Durante su intervención en el Foro Global de la OCDE sobre Desarrollo Local, que se celebra en Barranquilla, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, fue enfático al asegurar que la reforma laboral ya está en ejecución y no será una promesa vacía. El alto funcionario destacó el compromiso del Gobierno Nacional con las nuevas prácticas internacionales de justicia laboral y equidad, alineadas con los estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“El país ya arrancó con su reforma laboral. Esta no es una propuesta que quedará en el papel, es una transformación estructural que se está aplicando desde los territorios. No vamos a permitir que sea letra muerta”, afirmó Sanguino ante delegaciones de más de 30 países.
El ministro resaltó que el nuevo modelo de relaciones laborales parte del reconocimiento de derechos, del respeto por la dignidad de los trabajadores y de la necesidad de crear empleos formales, estables y bien remunerados. “Estamos convencidos de que el empleo digno no es un lujo, es la base del desarrollo y la cohesión social. Y ese camino no se puede recorrer sin diálogo social”, aseguró.
En su intervención también hizo énfasis en que el Gobierno del Cambio está apostando por una política laboral conectada con el territorio. “Las decisiones no pueden seguir tomándose desde Bogotá como si el país fuera uno solo. El Caribe, el Pacífico, la Amazonía, las regiones rurales y urbanas tienen realidades distintas. Y por eso, el empleo y la protección social deben diseñarse desde una perspectiva territorial”, dijo.
Sanguino señaló que una de las apuestas clave del Gobierno es reducir la informalidad laboral, que en algunas regiones supera el 60 %, así como dignificar las condiciones de sectores históricamente excluidos como los trabajadores rurales, las mujeres cabeza de hogar, los jóvenes y la población LGBTIQ+.
El ministro aprovechó el espacio internacional para destacar que Colombia será uno de los primeros países de América Latina en implementar pilotos de jornadas laborales flexibles, trabajo remoto regulado y modelos de economía del cuidado que reconozcan el trabajo no remunerado, especialmente el que realizan las mujeres.
“Estamos convencidos de que la transformación laboral no solo es necesaria, es urgente. Y no vamos a esperar que todo esté escrito en un decreto para comenzar a actuar. Ya lo estamos haciendo desde los comités de concertación, desde los territorios, desde las mesas de diálogo social”, puntualizó.
El Foro Global de la OCDE en Barranquilla reúne a más de 3.000 representantes de gobiernos locales, multilaterales, sector privado y academia. La intervención del ministro Sanguino se dio en el panel de trabajo decente e inclusión social, donde Colombia presentó avances en su agenda laboral y los retos para garantizar mayor equidad.