La educación enfrenta un panorama preocupante a nivel mundial. De acuerdo con estimaciones de UNICEF, los recortes en la financiación internacional —que podrían superar los 3.200 millones de dólares hacia 2026— dejarían a más de seis millones de niñas y niños sin acceso a la escuela.
En este contexto, la organización humanitaria World Vision advirtió sobre la urgencia de proteger los recursos destinados a la educación, en especial en poblaciones vulnerables donde la escuela no solo representa aprendizaje, sino también un entorno seguro frente a la pobreza, la violencia y la migración.
La situación en Colombia ya evidencia señales de alarma. Según cifras del Sistema Nacional de Información de Educación Básica (SINEB), actualmente hay más de 900.000 estudiantes fuera del sistema educativo; cerca de 335.000 desertaron en 2024 y alrededor de 725.000 repitieron el año escolar.
“El acceso a la educación abre puertas al futuro de cada niña y niño. Cuando este derecho se vulnera, se pone en riesgo no solo su desarrollo académico, sino también su bienestar integral”, señaló Peter Gape, director nacional de World Vision Colombia.
Aunque el Gobierno destinó en 2025 un presupuesto histórico de 79,2 billones de pesos al sector, gran parte de estos recursos se enfocan en gastos de funcionamiento, lo que deja grandes retos en cobertura, calidad y permanencia, sobre todo en zonas rurales y comunidades impactadas por el conflicto y la migración.
Frente a este panorama, World Vision hace un llamado urgente a la cooperación internacional, al sector privado, a la sociedad civil y a los gobiernos para garantizar la inversión en educación. La organización recordó que iniciativas como “La Educación No Puede Esperar” (ECW) han mostrado resultados positivos al beneficiar a más de 11.300 niñas y niños en 10 departamentos, mediante programas de refuerzo escolar, aprendizaje acelerado y educación flexible, ofreciendo oportunidades concretas a la niñez migrante y en situación de vulnerabilidad.