El precandidato presidencial Mauricio Lizcano presentó en Bogotá un plan integral para frenar la extorsión en el país, un delito que, según sus cifras, tiene origen en un 60 % de los casos en los centros penitenciarios. La iniciativa combina tecnología, investigación y presencia institucional para atacar de raíz uno de los flagelos que más golpea a comerciantes y ciudadanos.
Lizcano explicó que su propuesta contempla la implementación de un software en los operadores de telefonía para bloquear automáticamente las llamadas ilegales desde las cárceles, con el objetivo de reducir en más de la mitad los casos de extorsión. “Con decisión política y tecnología podemos frenar este flagelo. Vamos a acabar con la extorsión en Barranquilla y en Colombia. No más miedo para los comerciantes ni para la gente que es la que más sufre”, afirmó.
El plan también incluye el desarrollo de aplicaciones móviles para que las víctimas graben las llamadas de extorsión y las envíen de manera inmediata a la Fiscalía, fortaleciendo así la capacidad investigativa y de judicialización de las autoridades.
Lizcano advirtió que la extorsión no solo afecta la seguridad, sino que impacta directamente la economía cotidiana de los ciudadanos. “Un plátano en Barranquilla puede costar 80 pesos más por culpa de las múltiples extorsiones en la cadena de producción. Ese costo lo terminan pagando los más pobres. Eso se tiene que acabar”, señaló.
Finalmente, el precandidato detalló que su propuesta contempla la creación de bloques de búsqueda con inteligencia y grupos élite para desarticular las estructuras criminales detrás de la extorsión. “Este delito no puede seguir normalizado. Con voluntad política, tecnología y justicia efectiva vamos a devolverle la tranquilidad a los barranquilleros y a todos los colombianos”, concluyó.