El precandidato presidencial Mauricio Lizcano anunció la incorporación del científico Pedro De la Torre como jefe de debate de su campaña, una decisión que busca reforzar el rigor técnico de sus propuestas y promover un mensaje de unidad nacional enfocado en la ciencia, la educación y la inclusión política.
Pedro De la Torre, químico egresado de la Universidad del Atlántico, cuenta con un doctorado en Ciencias Aplicadas de la Universidad de Talca y posdoctorados en la Universidad Estatal de Ohio y en Harvard/Massachusetts Eye and Ear, donde fue promovido como investigador científico. Actualmente es docente en la Universidad del Atlántico y especialista en Finanzas de la Universidad Autónoma del Caribe, con una destacada trayectoria académica e investigativa.
“El hecho de que Mauricio Lizcano haya confiado en un científico para liderar su campaña presidencial envía un mensaje claro de renovación, conocimiento y apertura. Es una invitación a la comunidad académica, científica y a la juventud colombiana a creer en la política como herramienta de transformación”, expresó De la Torre tras su designación.
El nuevo jefe de debate aseguró que su objetivo será construir una agenda sólida que coloque la ciencia, la tecnología y la educación en el centro de las políticas públicas. “Queremos un país que base sus decisiones en la evidencia, donde la investigación impulse la economía, fortalezca la salud y mejore la defensa nacional”, agregó.
En cuanto al panorama político, De la Torre destacó que la prioridad será fomentar el diálogo entre sectores diversos para lograr consensos reales. “Buscamos un proyecto de país donde la capacidad técnica prevalezca sobre los intereses partidistas. La apuesta de Lizcano demuestra que es posible unir conocimiento, innovación y liderazgo político”, puntualizó.
Con este nombramiento, Mauricio Lizcano consolida un equipo de campaña que aspira a marcar diferencia en el debate electoral, promoviendo una visión moderna de gobierno basada en resultados, transparencia y conocimiento. El anuncio ha sido recibido positivamente en distintos sectores académicos y políticos, quienes lo interpretan como una señal de renovación en la contienda presidencial de 2026.