La campaña presidencial de Luna presentó oficialmente su agenda de política exterior, un documento que plantea una transformación profunda en la manera en que Colombia se relaciona con el mundo. La propuesta, denominada “Diplomacia para el Desarrollo”, busca reposicionar al país como un aliado confiable, moderno y estratégico, articulando seguridad, cooperación y crecimiento económico.
El plan arranca con un diagnóstico crítico sobre la situación actual de las relaciones internacionales de Colombia, señalando la pérdida de coherencia en la política exterior, tensiones con aliados históricos y una disminución del liderazgo regional. Según la propuesta, estos retrocesos han debilitado sectores clave como comercio, inversión y turismo.
Con la mirada puesta en 2030, la visión del candidato apuesta por un modelo diplomático renovado que conecte los intereses nacionales con temas globales como la transición energética, la protección de la Amazonía, el multilateralismo y la integración latinoamericana. Uno de los pilares de esta visión es el fortalecimiento de la alianza con Estados Unidos a través de un nuevo “Plan Colombia 2.0” que combine seguridad, justicia y desarrollo social.
La propuesta también destaca la necesidad de reposicionar al país en organismos multilaterales, recuperar relaciones estratégicas, modernizar la Cancillería y profesionalizar el servicio exterior. El Caribe colombiano tendría un papel protagónico dentro del “Plan Caribe”, pensado como plataforma de conexión económica y cultural.
Entre los asuntos estratégicos, la agenda plantea combatir el crimen transnacional mediante cooperación internacional, promover cadenas de valor regionales, impulsar energías limpias y ampliar relaciones con Asia-Pacífico en materia tecnológica.
Los primeros 100 días incluyen medidas concretas: reactivar mecanismos binacionales con países vecinos, digitalizar completamente la atención consular, restablecer relaciones diplomáticas clave y fortalecer la presencia del país en escenarios globales.
Uno de los capítulos más destacados se centra en los ciudadanos. La propuesta promete mejorar la atención a colombianos en el exterior, facilitar trámites consulares, acompañar procesos de deportación, apoyar el retorno laboral y académico, fortalecer la protección en zonas de frontera y crear una Red Global de Organizaciones de Colombianos para que la diáspora tenga incidencia real en decisiones de Estado.
Luna plantea que la diplomacia no puede seguir siendo un escenario distante del ciudadano y que debe convertirse en una herramienta para mejorar la calidad de vida dentro y fuera del país. Según el documento, la política exterior del próximo gobierno debe estar basada en democracia, cooperación, sostenibilidad y una visión de Estado de largo plazo.
Con esta agenda, el candidato busca posicionarse como la alternativa que pretende reconstruir la credibilidad internacional de Colombia, reforzar la seguridad hemisférica y abrir nuevas oportunidades económicas a través de una diplomacia activa y estratégica.


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