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Los niños del Atlántico regresan a clases en colegios mejorados

Lo que comenzó como una crisis tras las intensas lluvias del pasado julio, que dejaron seriamente afectadas varias sedes educativas del departamento, hoy se convierte en una historia de transformación y esperanza para cientos de estudiantes en el Atlántico. Gracias a una serie de intervenciones impulsadas por la administración departamental, los niños y niñas volvieron a sus aulas con sonrisas, entusiasmo y una motivación renovada por aprender.

En el municipio de Suan, el ambiente fue de celebración. Más de 200 estudiantes de la Institución Educativa Adolfo León Suárez Marenco recibieron al gobernador Eduardo Verano y su comitiva con una calle de honor, una expresión sincera de gratitud por las obras que devolvieron la dignidad a su espacio escolar. “El invierno nos dejó sin techos en las aulas, en el comedor, en el salón de actos cívicos. Tuvimos que cerrar varias zonas. Pero hoy, todo eso es parte del pasado. Gracias a esta intervención, los niños regresan a un ambiente renovado, con instalaciones seguras, limpias y listas para aprender”, relató emocionado el rector del plantel, Elvis Rodríguez Polo.

La intervención en esta sede tuvo una inversión de $1.107 millones y contempló desde la reposición de cubiertas hasta mejoramientos integrales en baños, pintura y acondicionamiento general. Y aunque los adultos destacaron la infraestructura, fueron los más pequeños quienes pusieron en palabras la emoción del momento.
“Mi colegio está bonito, la cancha está pintada y me gusta jugar con mis amiguitos”, dijo Moisés Rodríguez, uno de los estudiantes. Por su parte, Saúl Andrés Bello, de segundo grado, expresó entre risas: “Gracias, gobernador… y también queremos una cancha de fútbol para quedar completos”.

Pero el municipio de  Suan no fue el único municipio beneficiado. En Manatí, la sede Calle Nueva de la Institución Educativa Normal Superior, donde están matriculados 365 estudiantes, también fue objeto de una importante mejora. Con una inversión de más de $304 millones, se realizaron trabajos de impermeabilización, pintura, recuperación de baterías sanitarias y embellecimiento de los espacios comunes. El resultado ya se refleja en lo académico: la institución logró subir su puntaje global en las Pruebas Saber 11, pasando de 231 en 2023 a 233 en 2024. “Esto demuestra que cuando los estudiantes se sienten cómodos y cuidados, responden con más compromiso. La infraestructura sí influye en la calidad educativa”, señaló el equipo docente.

En Palmar de Varela, la sede Burrusco de la Institución Educativa Técnica Agropecuaria también fue transformada. Antes, sus condiciones no permitían el desarrollo pleno de las actividades académicas. Hoy, gracias a las obras ejecutadas por la administración, los salones cuentan con cielo raso, nuevas redes eléctricas, baterías sanitarias adecuadas y espacios embellecidos para comedor y cocina.
Además, se instaló un parque infantil dentro de la escuela, que se ha convertido en el lugar preferido de los niños durante los recesos. “El parque quedó hermoso y ya me subí en los columpios. Estoy muy feliz”, dijo con inocente entusiasmo uno de los estudiantes.

Así mismo, el recorrido del gobernador incluyó también la sede María Inmaculada de Puerto Giraldo, en el municipio de Ponedera. Allí se adelantan trabajos que ya van en un 80 % de ejecución, con una inversión superior a los $1.067 millones. Esta sede, que alberga a 300 alumnos, será beneficiada con la reconstrucción del salón de actos cívicos, impermeabilización de losas, recuperación de baños, construcción de muros perimetrales y renovación de pisos.

Por otro lado, el secretario de Educación del departamento, Leyton Barrios Torres, explicó que estas acciones hacen parte de una estrategia integral para mejorar el entorno escolar en todo el territorio. “Este año vamos a intervenir 40 instituciones educativas y nuestra meta es llegar a las 208 sedes que tenemos en el Atlántico. Nuestro enfoque está en garantizar que los más pequeños, especialmente los de prejardín y jardín, estudien en ambientes seguros, acogedores y propicios para el aprendizaje”. Con estas obras, la administración departamental no solo recupera espacios físicos, sino que devuelve la esperanza a comunidades que ven en la educación la mejor herramienta para salir adelante. Cada aula renovada, cada baño reconstruido, cada parque instalado, es un paso firme hacia un Atlántico más justo, más preparado y más humano.