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La polémica visita de Verónica Alcocer a La Picota en medio de la campaña presidencial

La política colombiana vuelve a encenderse tras conocerse detalles de la visita que Verónica Alcocer, primera dama de la Nación, realizó a la cárcel La Picota en plena campaña presidencial. El hecho ha generado intensas reacciones y cuestionamientos sobre lo que realmente se está tejiendo en los pasillos del penal, donde históricamente se han gestado pactos políticos que marcaron el rumbo del país.

La controversia surge porque esta no sería la primera vez que La Picota aparece en el radar electoral. Muchos recuerdan el denominado “Pacto de La Picota” de campañas anteriores, cuando candidatos y dirigentes buscaron apoyos de políticos presos para ganar votos en regiones clave. Ahora, las críticas apuntan a que podría estar gestándose una reedición de ese capítulo, lo que algunos ya llaman “La Picota 2.0”.

Versiones extraoficiales señalan que la visita de Alcocer estuvo acompañada de reuniones con internos de alto perfil, lo que despierta suspicacias sobre las motivaciones detrás de este encuentro. Aunque desde sectores cercanos al Gobierno se asegura que se trató de un acto humanitario y de carácter social, voces de la oposición advierten que no se puede ignorar el contexto electoral, pues el país está a menos de un año de las elecciones presidenciales de 2026.

Analistas políticos consideran que el episodio puede convertirse en un nuevo frente de debate nacional. Algunos recuerdan que la presencia de figuras políticas o de sus entornos en escenarios carcelarios ha sido históricamente malinterpretada, generando lecturas de clientelismo y favores a cambio de votos. Otros, en cambio, creen que la figura de Verónica Alcocer se está proyectando como un actor político cada vez más visible y con margen de influencia.

Hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial que aclare con precisión los motivos de la visita, lo que alimenta aún más las especulaciones. Lo cierto es que la presencia de la primera dama en La Picota reabre el debate sobre la relación entre poder político y cárceles en Colombia, un terreno marcado por secretos, pactos y episodios que han definido elecciones en el pasado.

Mientras tanto, la ciudadanía observa con atención si este hecho será un episodio aislado o si, por el contrario, marcará el inicio de un nuevo capítulo de alianzas y compromisos ocultos que podrían incidir en la campaña presidencial que ya calienta motores.