Barbie no solo es color rosa, cabello rubio y brillo. Recordemos que para la época el concepto de la muñeca que ahora te dice que “puedes ser lo que quieras ser” trajo consigo posibilidades; las muñecas de aquellos tiempos solo eran bebes, la representación más vulnerable del ser humano en todo caso, dándole a las niñas un solo rumbo, el de ser madres.
La sociedad siempre ha dibujado nuestros movimientos, posibilidades, sueños. Pero la nueva película de Barbie no trata de venderte la idea del progreso, te muestra una versión plastificada del ideal femenino y masculino en un mundo “Perfecto”. Para aquellos que solo se han quedado con el tráiler y han visto poco de lo que la directora Greta Gerwing quiere resaltar, les invito a analizar cada parte de este filme, puesto que toca conceptos que hasta la fecha lastimosamente sigue siendo un tabú. La lucha del género femenino no es solo ruido, desde siempre ha existido una desigualdad de poder muy marcada, no es un secreto para nadie que los lineamientos sociales solo benefician a unos.
¿Pero qué tiene que ver Barbie con el mensaje alarmante de Sound of Freedom, o sonido de la libertad? Mientras se intenta deteriorar un mensaje de empoderamiento y reflexión a algo tan simple como posicionar un género sobre el otro, Sound of freedom lucha por salir a flote para enmascarar un hecho aberrante que pasa frente a nuestras narices, pero que la mayoría ignora por no sentirse capaz de detener; el tráfico de menores es una realidad y se intenta ocultar por aquellos que entran en el molde del acusado en la cinta en cuestión. La gran polémica comienza cuando en Estados Unidos demandan a cadenas encargadas de proyectar la película por querer censurar partes importantes. El revuelo en redes sociales no se hizo esperar.
Figuras como el expresidente Donald Trump tomaron cartas en el asunto al proyectar la película Sound of Freedom en su campo de golf privado. Pero es aquí cuando se hace una mención a los escándalos en los que este expresidente estuvo involucrado precisamente por hacer parte de una red masiva de trata de niños. ¿Acaso es una estrategia para limpiar su imagen? En todo caso, se deja en claro que ciertamente ambas obras entregan una crítica a nuestra imperfecta realidad de maneras crudas o artísticas para hacer reflexionar a su audiencia.
Barbie está rompiendo esquemas y tocando fibras sensibles para los que se sientan identificados con su mensaje, mientras temas que pueden entrar en una escala parecida a su grado de relevancia como la temática tratada por Sound of Freedom que llama la atención al público para que no ignore aquello que pasa afuera, y condena a los más vulnerables para reducirlos a mercancía y monedas de cambio.
