El líder norcoreano, Kim Jong-un, presidió el lunes una reunión con los máximos responsables de la seguridad nacional para analizar la situación generada por los drones surcoreanos detectados por Pionyang en su espacio aéreo que está contribuyendo a tensar aún más la situación en la península.
Kim convocó la reunión en Pionyang y en ella estuvieron presentes el flamante ministro de Defensa Nacional, No Kwang-chol, el jefe del Estado Mayor General del Ejército Popular de Corea (KPA), Ri Yong-gil, y Jo Chun-ryong, que es miembro del Comité Central del Partido de los Trabajadores, según informó la agencia estatal de noticias KCNA.
También asistieron el subjefe del Estado Mayor General y director de la Oficina General de Reconocimiento (encargada de operaciones de inteligencia militar), Ri Chang-ho, y el ministro de Seguridad Estatal (encargado de la policía secreta norcoreana), Ri Chang-dae, además de comandantes de unidades militares, incluyendo artillería o guerra electrónica.
Kim escuchó una serie de informes, incluyendo un plan de respuesta militar y reportes de inteligencia y armamento y «evaluó los datos» para determinar «importantes tareas a cumplir» en términos de disuasión y para «el ejercicio del derecho a la autodefensa» nacional.
El reporte de KCNA llega horas después de que la hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong, publicara un comunicado acusando directamente al Ejército surcoreano de estar detrás del envío de aeronaves no tripuladas.
«Sabemos sin dudarlo que el principal culpable del incidente de intrusión de drones en Piongyang es la chusma del entorno militar de la República de Corea (nombre oficial del Sur)», aseveró.
Sin embargo, el Ejército surcoreano ha negado su participación en estas acciones después de que el pasado 11 de octubre Corea del Norte asegurara que el Sur había enviado drones con pasquines de propaganda contrarios al régimen que sobrevolaron Pionyang al menos tres veces en la última semana.
También publicó fotos de los drones sobre el cielo nocturno de la capital y fotos de los panfletos, en los que se denuncia que el coste del reloj que usa Kim Jong-un o de uno de los abrigos de su hija permitiría comprar grandes cantidades de alimentos.
Se cree que los responsables de estas acciones pueden ser grupos de activistas que regularmente envían globos con este tipo de propaganda al Norte, algo a lo que Pionyang viene respondiendo con el envío de más de 5.000 globos con basura al Sur desde mayo.
Los mencionados grupos de activistas han asegurado que en ocasiones han logrado enviar también drones a Corea del Norte cargados con pasquines. EFE