Un juez de segunda instancia ratificó la decisión que deja en libertad a Nicolás Fernando Petro Burgos, hijo del presidente de la República, y le permite movilizarse libremente por el territorio nacional, mientras enfrenta un proceso penal por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
La resolución judicial confirma la revocatoria de la medida que restringía a Petro Burgos a permanecer en Barranquilla sin autorización previa del juez. Esta condición, impuesta en una etapa anterior del proceso, fue levantada en febrero de este año y ahora ha sido respaldada de manera definitiva por el nuevo fallo.
En la argumentación del juez se señala que mantener dicha restricción resultaba innecesario, ineficaz y contraria al propósito constitucional de protección de derechos. “La medida revocada se había convertido en una medida más que innecesaria, estéril e inane que no proporcionaba al fin constitucional perseguido ninguna protección y que, por el contrario, sí se demostró por parte del peticionario posibles afectaciones a derechos fundamentales del procesado”, se lee en el pronunciamiento.
La decisión también establece que el fallo de primera instancia fue “ajustado a derecho y conforme a los postulados de las garantías constitucionales”, por lo que la apelación presentada fue negada y la medida revocada se mantiene en firme.
Aunque continúa vinculado formalmente al proceso judicial por los graves cargos de carácter económico, Nicolás Petro podrá ahora residir fuera de la capital del Atlántico. De hecho, se ha confirmado que el hijo del presidente se trasladará a Bogotá, argumentando motivos de seguridad personal.
Este fallo representa un nuevo capítulo en el proceso judicial que ha captado la atención del país, al tratarse de un caso que involucra directamente al núcleo familiar del jefe de Estado. Mientras la justicia continúa con las audiencias y etapas correspondientes, Petro Burgos enfrentará el proceso en libertad, bajo la mirada atenta de la opinión pública y los organismos judiciales.