Este martes, Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, compareció ante un juez en la corte federal de Chicago, donde se declaró no culpable de los 17 cargos relacionados con narcotráfico que enfrenta. Guzmán López, conocido como “El Güero”, tiene 38 años y es considerado el menos influyente de los cuatro hermanos que conforman “Los Chapitos”, un grupo señalado como uno de los mayores exportadores de fentanilo y opioides sintéticos hacia Estados Unidos.
Durante su comparecencia, Guzmán López decidió ser representado por el mismo abogado que defiende a su hermano, Ovidio Guzmán López. La corte también está tomando medidas para garantizar que “El Güero” reciba los medicamentos necesarios, ya que sufre problemas de tiroides y alta presión. Además, Guzmán López optó por no usar un intérprete durante el proceso legal, declarando que es bilingüe.
La próxima audiencia del caso está programada para el 30 de septiembre, la misma fecha en la que su hermano Ovidio también comparecerá ante la corte.
El arresto de Guzmán López se produjo la semana pasada, junto con Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa. Ambos fueron detenidos en el Aeropuerto de Santa Teresita, Nuevo México, tras un operativo coordinado por las autoridades. Zambada fue trasladado a El Paso, Texas, donde también se declaró no culpable en su primera audiencia. Guzmán López, por su parte, fue ingresado en el Centro Correccional Metropolitano de Chicago, una prisión federal en el corazón de la ciudad.
Según las primeras investigaciones, Guzmán López podría haber colaborado con las autoridades para entregar a Zambada.