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James Uthmeier Fiscal de Florida acusa a Snapchat por violar ley de protección infantil

La red social Snapchat está en el centro de una nueva batalla legal en Estados Unidos. El fiscal general del estado de Florida, James Uthmeier, presentó una demanda contra la plataforma, acusándola de violar la ley HB-3, una normativa estatal que busca proteger a los menores frente a los peligros del entorno digital.

La querella alega que Snapchat, propiedad de Snap Inc., promueve su uso como un espacio “seguro” para adolescentes desde los 13 años, pero en la práctica permite el acceso a contenido explícito, lenguaje ofensivo, referencias a drogas, alcohol, tabaco, e incluso facilita interacciones con depredadores sexuales y distribuidores de sustancias ilegales.

“Desde funciones adictivas hasta contenidos peligrosos, no podemos permitir que este engaño continúe. Snapchat está engañando activamente a padres y familias en Florida”, declaró el fiscal Uthmeier, calificando la conducta de la compañía como “especialmente atroz”.

La demanda también destaca que la plataforma viola cuatro de las cinco prácticas prohibidas por la ley HB-3 por fomentar un uso compulsivo en menores:

  • Desplazamiento infinito

  • Reproducción automática de videos

  • Notificaciones constantes (push)

  • Métricas de interacción personalizadas que estimulan el engagement

Estas herramientas, según las autoridades, están diseñadas deliberadamente para mantener a los adolescentes enganchados a la aplicación, sin que los padres tengan un control real sobre lo que ven o con quién interactúan.

La ley HB-3, firmada por el gobernador Ron DeSantis, es una de las más estrictas del país en materia de regulación de redes sociales y protección digital infantil. Con esta acción legal, Florida se suma a un creciente número de estados que están intensificando el control sobre las plataformas tecnológicas en defensa de los menores de edad.

Aunque Snapchat no ha emitido aún un comunicado oficial en respuesta, se espera que el caso tenga un fuerte eco en otras jurisdicciones y reabra el debate sobre los límites éticos y legales del diseño digital dirigido a públicos jóvenes.