En un hecho que ha generado alerta dentro del sistema penitenciario colombiano, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) confirmó este sábado 26 de abril la fuga del recluso Adolfo Lizcano de la cárcel La Picota, ubicada en el sur de Bogotá.

Lizcano, quien cumplía una condena por hurto calificado y porte ilegal de armas, protagonizó una insólita huida que parece sacada de una película, según el reporte oficial entregado por el INPEC.

Una fuga al estilo Hollywood

De acuerdo con la información preliminar, el interno logró salir de su celda a través de una ventana, descendiendo por la tubería de aguas negras hasta el primer nivel del establecimiento penitenciario. Luego, según el comunicado oficial, se arrastró por una zona verde hasta alcanzar las mallas que marcan el límite externo de la prisión, logrando evadir todos los controles de seguridad.

“Al parecer, aprovechó un momento de descuido para deslizarse por las instalaciones de manera sigilosa, evadiendo la vigilancia y los sistemas de control del centro penitenciario”, precisó una fuente del INPEC.

Operativo de búsqueda en marcha

Una vez detectada la fuga, se activó un plan candado en las inmediaciones del penal y se desplegó un operativo conjunto entre la Policía Nacional y el INPEC para dar con el paradero de Lizcano, quien se presume aún se encuentra en Bogotá o sus alrededores.

Las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para reportar cualquier información que pueda ayudar en la localización del fugitivo, asegurando que toda colaboración será tratada con absoluta reserva.

Se investigan fallas en el sistema de seguridad

La insólita fuga ha encendido las alarmas sobre las fallas estructurales y de vigilancia en La Picota, una de las cárceles más importantes del país. Se espera que en las próximas horas el INPEC brinde detalles adicionales sobre las circunstancias que permitieron la evasión y los posibles responsables dentro del centro carcelario.