La Gobernación de Cundinamarca activó una serie de alertas preventivas debido al aumento de las lluvias y el incremento significativo en los caudales de varios ríos y afluentes que atraviesan el departamento. Según el más reciente informe del IDEAM (Boletín No. 0317 del 5 de mayo de 2025), se han declarado alertas roja y naranja en múltiples municipios, lo que ha motivado una respuesta coordinada por parte de las autoridades.
Entre las zonas con mayor nivel de riesgo se encuentran varios tramos del río Magdalena, así como cuencas estratégicas como las del río Suárez, Humea, Negro y Guayuriba. También se reporta creciente súbita en el río San Antonio, específicamente en la vereda El Hatillo del municipio de Pacho.
Los municipios más afectados por la alerta roja son Ricaurte, Girardot, Nariño, Guataquí, Puerto Salgar, Ubaté, Fúquene, Une, Fómeque, Guayabetal, Paratebueno, Medina, Villeta, Tobia, La Vega, Supatá, Caparrapí, Pacho, Guaduas y Yacopí.
Además, el IDEAM advierte sobre alerta naranja —nivel moderado a alto— en municipios como Cajicá, Chía, Funza, Mosquera, Madrid, La Calera, La Mesa, Anapoima, Tocaima, Apulo, Ricaurte, Cabrera, Pandi, Arbeláez, Silvania, Nilo, Jerusalén, San Juan de Rioseco y Gachetá.
La Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres de Cundinamarca (UAEGRD), en articulación con los Consejos Municipales, los bomberos, la Defensa Civil, la Policía Nacional y demás organismos de socorro, ha intensificado el monitoreo y mantiene activos los protocolos de atención.
Natalia Gómez, directora de la UAEGRD, hizo un llamado a la comunidad: “Desde la Gobernación estamos haciendo un seguimiento detallado a las condiciones hidrometeorológicas. Instamos a la ciudadanía a no exponerse innecesariamente, evitar transitar por zonas de riesgo y mantenerse informada a través de los canales oficiales”.
Para reportar emergencias o solicitar apoyo, la ciudadanía puede comunicarse a la línea 123, al número móvil 320 240 6929 (CITEL), o escribir al correo [email protected]. La prevención y la información oportuna son clave para proteger vidas en medio de la temporada de lluvias.