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Fedesarrollo advierte que la inflación en Colombia superará el 5% al cierre de 2025

El panorama económico en Colombia continúa bajo presión por cuenta del alza sostenida en los precios. Según el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, el país completó cuatro meses consecutivos con aumentos en la tasa de inflación, lo que genera preocupación entre los analistas y mantiene en alerta al Banco de la República.

De acuerdo con el DANE, la inflación en octubre se ubicó en 5,51%, cifra superior a la esperada por el mercado, que proyectaba un 5,47%. Este comportamiento, explicó Mejía, ha frenado las posibilidades de que el Banco de la República reduzca su tasa de interés, actualmente en 9,25%. “Todo apunta a que la inflación cerrará el 2025 por encima del 5%, lo cual significa que aún no logramos estabilizar los precios”, afirmó.

El director de Fedesarrollo señaló que entre las principales causas del repunte inflacionario se encuentran el aumento del déficit fiscal y el incremento del salario mínimo. “El déficit de este año se calcula en un 7,5% del PIB, el segundo más alto en la historia reciente. Cuando el gasto público crece sin control, se genera una presión sobre la demanda que eleva los precios”, explicó.

Respecto al papel del Banco de la República, Mejía respaldó su postura prudente frente a las presiones para bajar las tasas de interés. “Si el Banco hubiese reducido las tasas más rápido, la inflación estaría en niveles mucho más altos. Ha actuado correctamente al mantener su independencia y su mandato de controlar los precios”, agregó.

El economista también destacó el impacto del comportamiento del dólar, que ha evitado que la inflación se dispare aún más. Según sus estimaciones, cerca del 25% de la canasta familiar depende de productos importados. “Si el peso colombiano no se hubiera fortalecido este año, los precios serían mucho más elevados”, puntualizó.

Otro punto de atención es el posible incremento en los precios del gas natural. Mejía advirtió que Colombia enfrenta un panorama complejo debido a la caída de la producción y al aumento de la demanda, lo que obligará al país a importar gas en los próximos años. “Podríamos ver aumentos de más del 40% en ciudades como Bogotá si no se abren nuevos contratos de exploración”, señaló.

El directivo recordó que la reforma tributaria de 2022 incrementó la participación del Estado en las utilidades de los proyectos de petróleo y gas del 60% al 80%, reduciendo la rentabilidad del sector e impactando la inversión. “Si no se ajusta esa política, el país dependerá en un 50% de gas importado, y los consumidores sentirán ese impacto en sus facturas”, advirtió.

Finalmente, Mejía sugirió que los próximos gobiernos deberán evaluar mecanismos de subsidio focalizado para mitigar el efecto del aumento en los servicios públicos, pero insistió en que “ya no se puede evitar por completo el impacto inflacionario”.

Fedesarrollo concluyó que la estabilidad de los precios dependerá de una política fiscal más responsable y de una estrategia energética que garantice la autosuficiencia del país.