Darling Arrieta, la hermana mayor de Edwin Arrieta Arteaga, el médico cirujano asesinado en Tailandia, se posiciona en contra de la solicitud de pena de muerte para Daniel Sancho, el chef español acusado del crimen. En una emotiva declaración, la familia Arrieta enfatiza que solo Dios tiene el poder de quitar y dar vida, y que ningún ser humano debería arrogarse el derecho de arrebatar la vida de otro, sin importar el mal que haya causado.

Edwin Arrieta era un hombre de profunda fe, conocido por su devoción a la Virgen de Fátima y su compromiso con la comunidad religiosa. Tras organizar con meticulosidad una procesión en la Iglesia San Pablo, su vida fue trágicamente truncada en Tailandia por el confeso homicida, Daniel Sancho. La Policía de Tailandia ha solicitado la pena de muerte para Sancho, alegando que el crimen fue premeditado.

La hermana de la víctima, Darling Arrieta, pide justicia, pero se opone a la pena de muerte. Sostiene que solo Dios tiene el poder de quitar la vida y que creen en la justicia divina. A pesar del dolor abrumador causado por la pérdida de Edwin, la familia busca una sentencia que no implique la muerte de Sancho, sino que cumpla su condena en prisión.

La tragedia ha desencadenado una discusión sobre la pena de muerte en Tailandia y ha generado una cobertura mediática tanto en Colombia como en España. Los detalles de la relación entre la víctima y el acusado, así como los planes compartidos, han aflorado en las noticias, profundizando aún más la herida en los corazones de los familiares de Edwin Arrieta.

A pesar de la presión mediática y la búsqueda de justicia, la familia mantiene su posición: ni siquiera la pena de muerte podrá mitigar el dolor que sienten por la pérdida de Edwin, un hombre dedicado a su profesión y a su fe. En este triste capítulo, la familia Arrieta busca encontrar consuelo en su creencia en la justicia divina y en el legado de amor y fe dejado por Edwin.