Una ciudad al noroeste de Polonia llamada Swiebodzin entró en polémica gracias a este hecho. Un proveedor del servicio de internet decidió instalar transmisores disimulados en la corona de dicha estatua. Aunque el proveedor lo hizo con la “buena intención” de brindar el servicio al pueblo, esta iniciativa fue criticada por todos los habitantes.

Los encargados de hacer el descubrimiento de esta situación fue el grupo de periodistas locales de la región, demostraron que en la estatua Jesús de Nazaret, monumento de unos 50 metros de altura, estaba emitiendo señales de WiFi. Los periodistas se percataron de que había un objeto extraño en la corona de dicha escultura, y fue mediante el uso de drones que se dieron cuenta de lo que realmente era dicho objeto, un emisor de señal de Internet, según reportó Sputnik News.

“Uno de los periodistas decidió ponerse en contacto con el proveedor en busca de explicaciones, y este le confirmó que los transmisores les proveen acceso a Internet a los habitantes de los pueblos cercanos. Además, como añade el mismo medio, este representante se rehusó a dar detalles sobre el contrato, pero explicó que la iglesia del pueblo necesitaba Internet para mantener su servicio de videovigilancia”, según informó Pulzo.