El presidente Donald Trump confirmó en rueda de prensa desde la Casa Blanca que fuerzas militares de Estados Unidos llevaron a cabo un operativo en el sur del Caribe en el que fue interceptada y neutralizada una embarcación cargada con drogas que, según las autoridades, provenía de Venezuela y tenía como destino el territorio estadounidense.
“Acabamos de neutralizar un barco con drogas, sucedió hace unos momentos”, señaló Trump, al tiempo que aseguró que en las próximas horas se darán a conocer más detalles sobre el operativo.
El secretario de Estado, Marco Rubio, celebró la acción militar y explicó que la nave era operada por una “organización narcoterrorista designada”, vinculada al denominado Cartel de los Soles. Este grupo, con nexos en altos mandos militares venezolanos, fue catalogado recientemente por el Departamento de Estado como Organización Terrorista Extranjera. Rubio ha señalado en repetidas ocasiones al presidente Nicolás Maduro como cabecilla de esta estructura criminal.
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— Marco Rubio (@marcorubio) September 2, 2025
El congresista republicano Carlos Giménez reforzó estas acusaciones al afirmar que “el dictador Maduro y su régimen de cárteles siguen envenenando nuestras comunidades con drogas letales. Debemos mantener la presión hasta aniquilar a los cárteles”.
Este ataque se convierte en el primer operativo registrado tras el despliegue de ocho buques de guerra estadounidenses en el Caribe Sur, medida que el propio Trump había ordenado para combatir el tráfico de drogas desde organizaciones criminales latinoamericanas. Aunque no se revelaron detalles sobre el método empleado, expertos coinciden en que la embarcación habría sido hundida como resultado de un “ataque letal”.
El anuncio fue recibido con entusiasmo por varios legisladores republicanos. La representante María Elvira Salazar escribió en la red X que “esto debe ser una lección para todos los matones del mundo: sus días de socavar a Estados Unidos y llenar nuestras calles de drogas y crimen han terminado”.
Por su parte, el congresista Mario Díaz-Balart recalcó que “la presencia militar estadounidense frente a Venezuela no es un espectáculo”, sino una acción concreta contra el narcotráfico internacional.
Con este golpe, Washington busca reforzar su política de “tolerancia cero” frente a organizaciones narcotraficantes y enviar un mensaje directo al gobierno de Nicolás Maduro, al que acusa de liderar una red de crimen transnacional que afecta la seguridad y la salud pública de Estados Unidos.