La Plaza de San Pedro en el Vaticano fue escenario este domingo de la primera canonización presidida por el papa León XIV, en la que proclamó como santos a Carlo Acutis, conocido como el primer santo milenial, y a Pier Giorgio Frassati, joven italiano de inicios del siglo XX. Ante decenas de miles de fieles, el pontífice envió un mensaje especial a las nuevas generaciones al señalar que “los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para no malgastar la vida, sino orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra”.
A la ceremonia acudieron peregrinos de diferentes partes del mundo, muchos de ellos jóvenes devotos de Acutis. También estuvo presente el presidente de Italia, Sergio Mattarella, junto con la familia del joven santo. Su madre, Antonia Salzano, tuvo un papel protagónico al llevar hasta el altar el relicario con un fragmento del corazón de su hijo. En medio de la multitud resaltaban estampas, camisetas y pancartas con la imagen de Carlo, a quien miles ya reconocen como el patrón de Internet.
En su homilía, el papa León XIV destacó la espiritualidad que unió a ambos jóvenes. Subrayó que “cultivaron el amor a Dios y a los hermanos a través de medios sencillos como la misa diaria, la oración y la adoración eucarística”. Además, resaltó su devoción a la Virgen María y a los santos, así como su ejemplo de generosidad en la práctica de la caridad. “Incluso frente a la enfermedad, ninguno de los dos dejó de amar y ofrecer su vida a Dios”, afirmó el pontífice.
Carlo Acutis nació en 1991 y falleció en 2006 a los 15 años víctima de una leucemia fulminante. Su vida, marcada por la fe y la pasión por la tecnología, lo convirtió en un referente para los jóvenes católicos que se identifican con su sencillez y su afición a los videojuegos, los deportes y los animales. Desde su beatificación en 2020, su tumba en Asís se ha convertido en destino de peregrinación. Allí reposa su cuerpo vestido con sudadera, pantalón de mezclilla y zapatillas, como solía vestir en vida.
Pier Giorgio Frassati, por su parte, nació en Turín en 1901 en el seno de una familia de clase alta. Hijo del fundador del diario La Stampa, decidió dedicar su vida a ayudar a los más pobres, a quienes visitaba constantemente en hospitales y casas de acogida. Estudió ingeniería de minas con la convicción de “servir a Cristo entre los mineros”, aunque murió a los 24 años por una poliomielitis fulminante contraída en una de esas visitas. Además de su compromiso social, Frassati amaba el teatro, la música, la pintura, la literatura y la montaña.
La canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati representa un momento histórico para la Iglesia Católica al mostrar que la santidad es posible también en la juventud y en la vida cotidiana. Con este acto, el papa León XIV reafirmó que el ejemplo de ambos santos sigue siendo una guía espiritual y un llamado a orientar la vida hacia el servicio, la fe y la esperanza.