Bogotá se destaca por su rica y diversa arquitectura, que abarca más de 1.600 kilómetros cuadrados y presenta desde imponentes rascacielos modernos hasta antiguas edificaciones que se han convertido en íconos de la ciudad. Entre estos valiosos patrimonios, hay uno que ha capturado la atención de muchos: un castillo de estilo medieval que fue erigido hace aproximadamente 100 años.
La historia detrás del castillo
La narrativa de este singular castillo fue compartida por Daniel Luna Caicedo, nieto de sus fundadores, durante una entrevista con el creador de contenido histórico Kevin Bolaños. Según Caicedo, el castillo comenzó como una finca perteneciente a Ernesto González, que se extendía desde la Calle 11 Sur hasta la 13 Sur. “La Calle 11 Sur, que antiguamente se conocía como Murillo Toro, era la ruta hacia Villavicencio, por lo que esta finca se consideraba la entrada a dicha ciudad”, comentó Caicedo.
Entre 1915 y 1920, Eduardo Alfonso Caicedo Casallas y Ana Julia Peñuela, viuda de Caicedo, hicieron una oferta de compra a González. La pareja tenía experiencia en la producción de ladrillos y otros materiales de construcción, operando un chircal, como se conoce a estas fábricas artesanales en Bogotá.
Durante las negociaciones, González impuso la condición de que se construyera un monumento en la esquina de la finca, la cual marcaba la entrada a la vía de Villavicencio. Aprovechando una oportunidad de viaje a Europa para adquirir maquinaria y moldes para su negocio, los Caicedo se inspiraron en la arquitectura que encontraron en su recorrido, lo que los llevó a decidir que el monumento que construirían sería un castillo.
La construcción del castillo
Lo curioso de este castillo es que fue edificado casi en su totalidad por Eduardo Alfonso Caicedo Casallas y Ana Julia Peñuela, quienes trabajaron con la ayuda de arquitectos españoles e italianos que contrataron para el diseño. Además, los materiales utilizados en su construcción fueron elaborados por ellos mismos.
En el mismo terreno, también levantaron la antigua fábrica de tubos “Vencedor” y su propia vivienda, esta última siguiendo el mismo estilo arquitectónico del castillo. Sin embargo, con el paso del tiempo, el lugar enfrentó disputas familiares que llevaron al deterioro de la fábrica y del castillo, e incluso se contempló su demolición para vender el terreno. Afortunadamente, en 1996, la Alcaldía declaró el inmueble como patrimonio arquitectónico, lo que garantizó su conservación.
Ubicación del castillo
Conocido como “el Castillo Misterioso”, esta joya arquitectónica se encuentra en la localidad de San Cristóbal, específicamente en la Carrera 7 con Calle 11 Sur. Actualmente, sirve como un espacio cultural abierto a la comunidad, permitiendo que tanto residentes como visitantes disfruten de su historia y belleza.