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Eduardo Pimentel acusa persecución política tras decisión de jugar a puerta cerrada el duelo entre Boyacá Chicó y Millonarios

Foto: Colprensa

El ambiente previo al partido entre Boyacá Chicó y Millonarios en Tunja se encendió tras las declaraciones de Eduardo Pimentel, presidente y propietario del equipo ajedrezado, quien expresó su inconformidad por la decisión de disputar el encuentro a puerta cerrada en el estadio La Independencia.

El compromiso, programado para este miércoles a las 8:20 de la noche, marcará el cierre del Todos Contra Todos de la Liga BetPlay. Sin embargo, la ausencia del público se convirtió en el centro de la polémica, luego de que Pimentel denunciara lo que calificó como un “plan orquestado” en contra del club boyacense.

A través de su cuenta de X, el dirigente aseguró que la medida responde a una supuesta persecución política. “En un plan debidamente planeado desde hace algún tiempo, por orden de algún poderoso petrista en Boyacá y en contra del Boyacá Chicó FC, nos han llevado a decidir, muy a pesar de nuestros intereses, jugar el partido contra Millonarios a puerta cerrada. Estas medidas buscan aburrirnos”, escribió Pimentel.

Horas después, el club emitió un comunicado en el que aclaró que la decisión no fue adoptada por la institución, sino por imposiciones de las autoridades locales y departamentales. Según el texto, las condiciones impuestas “son arbitrarias y económicamente inviables”, ya que los costos de operación para abrir el estadio se habrían incrementado más del 280%, situación que “desconoce los lineamientos del Protocolo Nacional de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol”.

El equipo también recordó que esta no es la primera vez que enfrenta restricciones de este tipo. En julio, explicó, se vio obligado a jugar con una sola tribuna habilitada durante cuatro fechas consecutivas, y en su último encuentro ante América de Cali se les negó el uso del estadio, lo que impidió una taquilla importante para las finanzas del club. “Estos episodios obedecen a un patrón de hostigamiento sistemático que busca asfixiarnos y forzar nuestra salida del departamento”, señaló el comunicado.

Mientras tanto, el panorama deportivo no es alentador para el conjunto boyacense, que ocupa la penúltima posición de la tabla con 16 puntos y viene de perder en casa ante América de Cali. Millonarios, por su parte, llega en el puesto 13 con 23 unidades, luchando por asegurar su participación en la Copa Sudamericana del próximo año.

El partido entre Chicó y Millonarios, más allá del resultado en la cancha, se disputará en medio de la tensión institucional y las acusaciones de persecución que reavivan el debate sobre la relación entre el deporte, la política y las decisiones administrativas en el fútbol colombiano.