Las elecciones presidenciales en Ecuador se definirán en una segunda vuelta el próximo 13 de abril, enfrentando nuevamente al actual presidente y candidato a la reelección, Daniel Noboa, y a la representante del correísmo, Luisa González. Ambos aspirantes ya protagonizaron el balotaje de los comicios extraordinarios de 2023.
Los resultados de la primera vuelta reflejan una marcada polarización, con Noboa obteniendo el 44,36 % de los votos y González el 43,90 %, según el 88 % del escrutinio. Este panorama confirma el dominio de ambos candidatos en la contienda, a pesar de la participación de otros catorce aspirantes.
Polarización y expectativas de la segunda vuelta
El proceso electoral ha estado caracterizado por una fuerte división política. Noboa se ha consolidado como el principal representante del anticorreísmo, mientras que González mantiene el respaldo del electorado afín al expresidente Rafael Correa, quien continúa ejerciendo influencia política desde el extranjero.
La diferencia mínima en los resultados ha generado un clima de incertidumbre de cara a la segunda vuelta. Aunque algunas encuestas iniciales indicaban una posible victoria de Noboa en la primera vuelta, el conteo oficial confirmó que ninguno de los candidatos alcanzó el umbral del 50 % necesario para evitar el balotaje.
Panorama electoral y el futuro del país
En tercer lugar se ubicó el candidato del movimiento indígena Pachakutik, Leonidas Iza, con un 4,92 %, seguido por la activista ambiental Andrea González Náder, de Sociedad Patriótica, con un 2,71 %. Los demás candidatos no lograron superar el 1 % de los votos.
González calificó su desempeño en la primera vuelta como una “gran victoria” y denunció un presunto uso indebido de recursos estatales por parte del presidente Noboa para favorecer su campaña. Además, acusó al Consejo Nacional Electoral de no haber tomado medidas al respecto.
Por su parte, Noboa y su equipo de campaña mantuvieron un perfil bajo tras los resultados, sin emitir declaraciones sobre la contienda. La segunda vuelta será decisiva no solo para definir la presidencia, sino también para la composición del nuevo Parlamento, que se proyecta dividido entre el oficialismo y el correísmo.
Seguridad y participación electoral
La jornada electoral contó con una alta participación, superando el 83 %, y estuvo marcada por estrictas medidas de seguridad. Noboa ha declarado un “conflicto armado interno” en su lucha contra el crimen organizado y la creciente violencia en el país, lo que ha sido un eje central de su campaña.
Con la segunda vuelta en el horizonte, Ecuador se enfrenta a un nuevo capítulo electoral que definirá el rumbo político y económico del país en los próximos años.