En China estos insectos se degustan. En un criadero del sudoeste de China, 10 millones de cucarachas de bandas marrones bullen en la oscuridad y acaban al final del día o mes como un manjar.

Li Bingcai, agricultor de la provincia de Sichuan, cuida a sus criaturas de seis patas. Las alimenta y viven en placas de madera verticales, en donde se emite un sonido estridente.

Estas cucarachas son vendidas a la industria farmacéutica tradicional para la elaboración de medicamentos. Sin embargo, estas también son criadas para el paladar.

Junto a la granja de Bingcai, varios restaurantes las sirven salteadas con pimiento, una especialidad de Sichuan. La cucaracha americana es una de las variedades más extendida; son consumidas por sus grandes propiedades para prevenir la úlcera y los problemas respiratorios.

Este granjero vende la mayor parte de su producción a través de internet. Medio kilo de insectos deshidratados vale entre 100 y 600 yuanes (de 13 a 79 euros, 14,5 y 89 dólares).

Las cucarachas tienen propiedades deportivas y diuréticas, así lo señala Liu Daoyuan, profesor del centro médico Yongshou, en Yinchuan norte.

Otros expertos de la medicina china recalcan que los criaderos de cucarachas no están regulados por normas estrictas, lo que posibilita efectos contrarios.