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Colombia proyecta crecimiento económico en 2025 mientras persisten desafíos en inversión

El Banco de la República ha estimado que la economía colombiana crecerá un 2,6 por ciento en 2025, una cifra que, aunque refleja cierta estabilidad frente a las expectativas del primer trimestre, evidencia también las limitaciones estructurales que enfrenta el país. El panorama económico sigue estando marcado por una inversión insuficiente, lo cual pone en duda la sostenibilidad del crecimiento a largo plazo.

Según el más reciente informe del emisor, factores como la recuperación del consumo interno, la estabilidad inflacionaria y el buen desempeño de algunos sectores productivos han sido claves para mantener una proyección positiva. Sin embargo, el bajo nivel de inversión, tanto pública como privada, continúa siendo una barrera significativa. Expertos señalan que la incertidumbre frente a las políticas económicas, sumada a una débil confianza empresarial, ha limitado la llegada de capital a sectores estratégicos como la infraestructura, la tecnología y la industrialización.

El reto no es menor. Aunque las cifras indican un avance moderado, Colombia necesita fortalecer su base productiva para evitar una recuperación frágil. La reactivación de la inversión es vista como un factor determinante para asegurar una expansión más dinámica y generar empleo de forma sostenida. En ese sentido, las decisiones fiscales y monetarias de los próximos meses serán cruciales para incentivar la participación del sector privado y activar nuevos proyectos que impulsen el desarrollo.

Desde el Banco de la República, el monitoreo constante de las condiciones internas y externas continúa siendo una prioridad. Factores como la volatilidad del tipo de cambio, el comportamiento de las principales economías del mundo y las decisiones en materia de comercio internacional, podrían incidir directamente en la estabilidad económica del país.

El gran desafío para Colombia no está solo en alcanzar la meta proyectada para 2025, sino en construir un modelo económico más sólido y resiliente. En este camino, la inversión se perfila como el motor fundamental que definirá la capacidad del país para enfrentar los retos del entorno global y avanzar hacia un crecimiento sostenible.