El déficit fiscal de Colombia podría alcanzar niveles históricos en 2026, superando incluso los registrados durante la pandemia, según las proyecciones de centros económicos y organismos independientes. Aunque el Gobierno sostiene que el balance de 2025 está bajo control y que las medidas de ahorro en deuda permitirán cumplir la meta oficial del 7,1 % del PIB, los analistas advierten que el país podría cerrar el próximo año con un desbalance del 8,1 %, el más alto en 125 años.
El director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, Javier Cuéllar, explicó recientemente que la gestión de deuda realizada por la cartera ha permitido reducir el pago de intereses, lo que se reflejaría en una menor presión sobre las cuentas fiscales. Sin embargo, reconoció que el déficit primario —que excluye los intereses de la deuda— podría llegar al 3 % del PIB en diciembre, una cifra que, aunque dentro de los cálculos del Ejecutivo, genera preocupación en los mercados.
Los expertos, por su parte, insisten en que la falta de recortes significativos en el gasto público y la expansión de programas sociales sin una fuente sólida de ingresos están deteriorando la salud fiscal del país. Astrid Martínez, presidenta del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), advirtió que alcanzar la meta propuesta por el Gobierno requeriría una ejecución de inversión “excepcionalmente baja”, de apenas el 14 %, frente a un promedio histórico superior al 60 %.
De acuerdo con los cálculos del CARF, uno de cada tres pesos recaudados por impuestos se destina actualmente al pago de intereses de la deuda pública, un peso creciente que compromete la sostenibilidad financiera del Estado. Las proyecciones indican que ese gasto pasará del 3,3 % del PIB en 2025 al 3,7 % en 2026, un incremento que podría complicar aún más la meta fiscal del Ejecutivo.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, señaló que la situación fiscal del país es “crítica” y que el déficit de 2026 podría convertirse en el más alto desde finales del siglo XIX. “El gasto público crece más rápido que los ingresos, incluso después de las últimas reformas tributarias. Esto obliga a pensar en un ajuste estructural del orden de tres puntos del PIB, unos $54 billones, para estabilizar las finanzas y frenar el aumento de la deuda”, explicó.
Las previsiones de Fedesarrollo coinciden con las del Banco Itaú, que proyecta un déficit del 7,5 % del PIB en 2025 y del 6,8 % en 2026, aunque con “riesgos al alza” si no se ejecutan recortes de gasto. Fitch Ratings, por su parte, mantiene la calificación soberana de Colombia en BB+ con perspectiva negativa, señalando el deterioro fiscal como uno de los principales factores de incertidumbre económica.
El déficit actual ya se encuentra en niveles preocupantes: a agosto de 2025 alcanzó el 5,1 % del PIB, con un desbalance de más de $93 billones, un 35 % superior al registrado en el mismo periodo del año anterior. De mantenerse esta tendencia, los expertos estiman que el país podría cerrar el año con un déficit entre el 7,5 % y el 8 % del PIB, superando incluso las previsiones oficiales.
En este contexto, el consenso entre los economistas es claro: el Gobierno deberá implementar un ajuste fiscal profundo y sostenido para evitar una nueva degradación crediticia y garantizar la estabilidad macroeconómica del país. Mientras tanto, el próximo año se perfila como un punto de inflexión decisivo para las finanzas públicas de Colombia.


ESCÚCHANOS EN LAVIBRANTE RADIO 📻







