La Vía al Llano completa tres días cerrada a la altura del kilómetro 18, en el municipio de Chipaque (Cundinamarca), tras un derrumbe que afectó ambos carriles y mantiene en riesgo a miles de viajeros. El deslizamiento obligó a un cierre total desde el fin de semana, lo que ha generado graves afectaciones económicas y sociales para la región.
En la zona se instaló un Puesto de Mando Unificado y trabajan de manera permanente las autoridades, la concesión vial y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), con apoyo de maquinaria pesada. Según Roberto Uparela, vicepresidente de la ANI, la prioridad es habilitar la vía en el menor tiempo posible. “Hemos actuado con la debida diligencia para evitar cualquier pérdida de vida y nuestra meta es estabilizar el terreno para abrir al menos un carril con paso restringido”, afirmó.
Actualmente, se utilizan más de 14 volquetas, retroexcavadoras, cargadores y equipos adicionales enviados por la Gobernación de Cundinamarca. Sin embargo, la magnitud del talud y la saturación del terreno dificultan la remoción total del material y no permiten aún definir una fecha concreta de reapertura.
La emergencia ha obligado a desviar el tráfico hacia la ruta alterna del Sisga, que conecta a Villavicencio con Boyacá y Bogotá, un recorrido de casi 10 horas y con costos que superan los 80 mil pesos por pasaje terrestre. En contraste, los vuelos comerciales entre Villavicencio y la capital oscilan entre $363.700 y más de $500.000, lo que encarece significativamente la movilidad de los ciudadanos.
Las pérdidas económicas ya son alarmantes. Henry Palma Becerra, presidente de la Cámara de Comercio de Villavicencio, estimó que la región pierde cerca de $50 mil millones diarios debido al cierre, señalando al Gobierno Nacional por la falta de inversiones estructurales en este corredor vial. Por su parte, la directora de Cotelco Meta, Catalina Niño, advirtió que el turismo registra una caída del 20 % en reservas, golpeando fuertemente a hoteles y operadores de servicios.
Mientras avanzan las labores, la Secretaría de Movilidad de Villavicencio y la Policía de Carreteras del Meta aplican controles en rutas alternas como Puerto López, Acacías y Restrepo, para evitar colapsos viales en la capital del Meta. Las autoridades esperan que, de lograrse estabilizar el terreno, la movilidad por el corredor se recupere hacia el final de esta semana.
El cierre de la Vía al Llano vuelve a poner en debate la necesidad de soluciones de fondo que garanticen la conectividad segura entre Bogotá y los Llanos Orientales, un corredor vital para la economía y el turismo del país.