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Cardenales se preparan con unidad y esperanza para elegir al nuevo Papa en un cónclave marcado por la diversidad

A pocos días del cónclave que definirá al próximo líder de la Iglesia católica, el Vaticano respira un ambiente de unidad, serenidad y reflexión. Los 133 cardenales electores que se reunirán el 7 de mayo en la Capilla Sixtina han coincidido en la necesidad de una elección ágil, guiada por la armonía y el consenso.

Durante las congregaciones generales que se celebran en el Aula Pablo VI, los purpurados han reiterado su compromiso con la comunión eclesial. El cardenal Stephen Mulla, de Sudán del Sur, expresó que el clima es excelente entre los obispos y cardenales, lo que refleja la disposición positiva con la que se aproximan al histórico momento.

Este cónclave será el más global en la historia de la Iglesia, con cardenales provenientes de 70 países, lo que subraya la diversidad cultural y geográfica del catolicismo contemporáneo. Esta representatividad, más allá de un dato numérico, se convierte en una oportunidad para abordar con mayor profundidad los desafíos de inclusión, justicia social y misión pastoral.

El cardenal argentino Vicente Bokalic Iglic, también con derecho a voto, resumió su postura con una frase breve pero reveladora: “En camino”. Por su parte, cardenales mayores de 80 años, aunque sin voto, también comparten sus reflexiones. Es el caso del colombiano Jorge Enrique Jiménez Carvajal, de 83 años, quien valoró el clima de esperanza en las congregaciones y resaltó el papel creciente de la mujer dentro de la Iglesia. Destacó además que el próximo pontífice, en su opinión, será una figura de continuidad con el legado del Papa Francisco.

“El camino es la unidad”, afirmó Jiménez Carvajal, al señalar que las divisiones debilitan a la Iglesia mientras que la comunión la fortalece. También evitó mencionar nombres o nacionalidades de posibles candidatos, pero celebró que haya muchas opciones, lo cual refleja la riqueza de carismas disponibles para liderar a la comunidad católica global.

Desde El Salvador, el cardenal Gregorio Rosa Chávez manifestó su expectativa de que el cónclave dure entre dos y tres días. Resaltó la presencia de representantes de la periferia mundial como un elemento transformador dentro de este proceso de elección. “Todo el sufrimiento de la gente de la periferia está presente dentro del cónclave”, afirmó, subrayando que esto podría traer “sorpresas muy interesantes”.

Al referirse a una posible elección de un Papa italiano, Rosa Chávez recordó que todo es posible y que la historia reciente ya ha mostrado que Dios puede sorprender, como ocurrió con la llegada del Papa Francisco desde “el fin del mundo”.

En un contexto global marcado por desafíos sociales, polarización política y una creciente necesidad de renovación espiritual, el cónclave del 7 de mayo se perfila como un momento crucial para la Iglesia católica. Los cardenales, con sus reflexiones y expectativas, reafirman el compromiso con una elección serena, representativa y guiada por el espíritu del Evangelio.