Este miércoles, se inauguró oficialmente un tramo de 1.3 kilómetros de la Avenida Boyacá en Bogotá, una obra esperada desde hace 11 años y financiada a través de la valorización aprobada en 2013. Con una inversión de 82 mil millones de pesos, el proyecto incluye ocho carriles vehiculares, 22 mil metros de espacio público, y una ciclorruta, consolidándose como un avance significativo en la infraestructura vial de la ciudad.
La obra, que conecta con la Avenida San Antonio y permite una nueva alternativa de entrada a la capital por la calle 183, representa un alivio para la movilidad del norte de Bogotá. “Hace cuatro años la Avenida San Antonio estaba lista, pero no se podía utilizar. Hoy, con la apertura de este tramo, se habilita completamente”, explicó un vocero oficial durante la inauguración.
Recuperación de proyectos atrasados
El tramo de la Avenida Boyacá entregado este miércoles tenía un avance del 47% cuando la actual administración asumió el proyecto. En solo 11 meses se completó el 53% restante, logrando culminar una obra que estaba retrasada más de un año respecto al cronograma original.
Este proyecto hace parte de un plan mayor para concluir 15 de las 19 obras de valorización pendientes en la ciudad, dejando cuatro en construcción. Entre los avances recientes se destaca la entrega del Canal Córdoba en Suba y el inicio de la prolongación de la Avenida Boyacá desde la calle 183 hasta la 209.
Impacto ambiental y proyecciones futuras
La extensión de la Avenida Boyacá hacia la calle 235 también está en marcha, con licencias ambientales firmes y planes de compensación que incluyen la entrega de más de 120 hectáreas, en su mayoría en la reserva Van der Hammen, para garantizar su protección.
Además de esta obra, la ciudad avanza en otros proyectos estratégicos como el Metro, la Avenida 68, la Troncal Cali y la renovación de la Caracas, proyectada para entregarse en enero próximo.
Un compromiso con la ciudad
Las autoridades reconocen los inconvenientes generados por las obras en curso y pidieron disculpas a los ciudadanos por las molestias. Sin embargo, resaltaron que estos proyectos transformarán la calidad de vida de los habitantes de Bogotá, reduciendo tiempos de desplazamiento y mejorando la movilidad en toda la ciudad.