La capital de la India presenta niveles abismales de contaminación, que se reflejan en el aire de aspecto gris, que ha obligado a sus habitantes a recluirse en sus hogares para evitar el contacto con este ambiente nocivo, luego de que las autoridades anunciaran la emergencia de salud pública.
Arvind Kejriwal, principal ministro de Delhi, ha expresado su preocupación al respeto, indicando que la salud de las familias de Delhi está en juego, y que aunque no desea culpar a nadie, es evidente que este es un gran problema de salud pública para la población de la capital.
Aunque Nueva Delhi jamás se ha caracterizado por su aire puro, en esta ocasión la contaminación ha rebasado los límites, dificultando las actividades de sus ciudadanos y amenazando sus vidas. En esta ocasión la contaminación se atribuye a miles de incendios iniciados por agricultores, del estado vecino de Punyab, durante la última semana, tras la época de cosecha.
Sumado esto a las emisiones de gases dentro de la ciudad, originadas en las plantas industriales y energéticas, además de las emisiones vehiculares y de las múltiples construcciones en proceso.
Para dar solución a esta problemática se ha dictaminado una regla de movilidad vehicular bajo pares e impares. Entregando también millones de máscaras anti polución a los niños de la ciudad. Sin embargo los médicos han indicado que los síntomas de la contaminación han ido en aumento.
El pasado domingo se llevó a cabo una manifestación para expresar el descontento con la situación ambiental, exigiendo una rápida solución, que afecta particularmente la vida de niños y ancianos de Nueva Delhi.
