En Bogotá, durante el 2018, fueron diagnosticadas con depresión 92.035 personas, y hasta el mes de agosto de este año, los casos diagnosticados llegaban a los 34.909, esto según cifras de la Secretaría de la Salud. Esta enfermedad consta de un sentimiento de tristeza, pérdida, ira o frustración, que puede mantenerse durante semanas, y en los casos más graves, durante años.

Además, según un estudio realizado por la Universidad de los Andes en 11 ciudades latinoamericanas, se ha podido encontrar una correlación entre el caos de la ciudad, y la depresión. Esto se intensifica en localidades como Kennedy (9.484), Usaquén (3.447) y Teusaquillo (3.188). Esta situación se ve de forma más crítica teniendo en cuenta que, cuando esta enfermedad no es tratada, suele terminar en suicidio, y que han sucedido 1.090 de estos hechos desde el 2016 al 2018.

Para enfrentarse a este problema de salud pública el Distrito ha tomado medidas como la implementación de la Ruta Integral de Atención para Problemas y Trastornos Mentales y Epilepsia, que entre sus servicios tiene diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y paliación, internación parcial, urgencias y hospitalización. A su vez, también cuenta con el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Conducta Suicida (Sisvecos) de la Secretaría de Salud, que se encarga de identificar conductas suicidas, dar un seguimiento y canalización de las mismas.