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Exembajador Luis Gilberto Murillo advierte que borrar requisitos para diplomáticos sería un retroceso para la carrera en Colombia

Luis Gilberto Murillo

El debate alrededor del borrador de decreto que busca eliminar los requisitos académicos y profesionales para ejercer como embajador extraordinario o cónsul central continúa generando voces de alerta. Esta vez, el exembajador y exministro Luis Gilberto Murillo calificó la propuesta como “altamente inconveniente” y advirtió que su aprobación abriría la puerta a prácticas que debilitarían la institucionalidad diplomática del país.

Murillo reconoció que la Cancillería atraviesa retos urgentes en modernización, especialmente en sistemas de gestión tecnológica, formación y actualización del conocimiento. Sin embargo, aseguró que la solución no puede ser desmontar los estándares mínimos para acceder a los cargos más altos del servicio exterior.

“El decreto debilita la entrada por méritos, genera un ambiente que favorece el amiguismo y el nepotismo porque no exige ningún tipo de preparación. Además, desincentiva a los funcionarios que han construido su carrera diplomática con años de experiencia y estudio”, afirmó.

El borrador plantea que para ser embajador o cónsul solo bastaría con ser colombiano por nacimiento y tener más de 25 años, eliminando exigencias de estudios universitarios, trayectoria profesional y formación en relaciones internacionales. Para Murillo, esta modificación no solo afecta la calidad del servicio exterior, sino que envía un mensaje equivocado sobre la importancia de la representación internacional.

El exembajador también cuestionó las tres razones expuestas por la Cancillería para justificar el cambio:

La idea de ampliar la discrecionalidad presidencial: “Eso no es bueno para la carrera diplomática ni para la profesionalización del servicio”.
La supuesta alineación política: “La alineación no es con partidos, es con la política exterior del Estado”.
El argumento de no discriminación: “Los que venimos de esa Colombia a la que históricamente se le han cerrado puertas, estamos preparados. No se necesita tumbar requisitos, se necesita abrir oportunidades reales”.

Según Murillo, el país requiere fortalecer su carrera diplomática y no flexibilizarla hasta el punto de eliminar criterios de formación. Aseguró que esto impactaría la credibilidad internacional de Colombia y reduciría las garantías de profesionalismo en las misiones consulares y embajadas.

Mientras el borrador sigue generando controversia, expertos insisten en que cualquier reforma al servicio exterior debe enfocarse en fortalecer capacidades, no en debilitarlas. El debate ahora queda en manos del Gobierno, que deberá decidir si mantiene su intención de modificar la estructura diplomática o si reconsidera la propuesta ante las crecientes críticas.