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Ingreso de Colombia al Banco Asiático de Inversión despierta alertas sobre posibles tensiones con Estados Unidos

La confirmación del ingreso de Colombia al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), organismo liderado por China y conformado por 111 países, fue celebrada por el Gobierno Nacional como un paso decisivo para diversificar fuentes de financiamiento y fortalecer la ejecución de proyectos estratégicos. Sin embargo, analistas advierten que esta decisión podría generar tensiones con Estados Unidos, principal socio político y comercial del país.

El presidente Gustavo Petro calificó el ingreso como un avance para “hacer menos vulnerable” a Colombia, destacando que la adhesión al AIIB abre puertas para impulsar iniciativas en infraestructura, sostenibilidad e innovación. Según el mandatario, esta nueva plataforma permitirá “garantizar progreso y oportunidades” a miles de familias colombianas.

Pese a la aceptación formal, aún falta completar el proceso interno, que incluye debate y aprobación en el Congreso, cumplir protocolos constitucionales y finalizar los trámites administrativos ante el organismo internacional. Así lo explicó el ministro de Hacienda, Germán Ávila, quien señaló que la adhesión será plenamente válida solo tras superar estos pasos.

Aunque el Gobierno ha defendido la decisión como estratégica, no todos comparten el entusiasmo. El analista internacional Juan Falkonerth advirtió que, para Washington, la movida podría interpretarse como un acercamiento a la esfera de influencia china, lo cual podría generar molestias en la Casa Blanca.

“Inevitablemente generará incomodidad en Washington”, aseguró el experto, quien destacó que Estados Unidos observa con cautela cualquier fortalecimiento de China en América Latina. Recordó que la negociación para el ingreso de Colombia al AIIB se habría dado durante la visita del presidente Petro a China, un proceso que —según él— se manejó con un nivel de discreción que abre interrogantes sobre los intereses detrás de la decisión.

El Banco Asiático de Inversión es reconocido por su capacidad de desembolsar créditos rápidos para infraestructura, pero Falkonerth recordó que en algunos países de la región estos préstamos han terminado generando deudas difíciles de afrontar. Por ello insistió en la necesidad de un debate público amplio que permita evaluar riesgos y condiciones reales antes de concretar la adhesión.

Otro punto crítico es la posible reacción de Estados Unidos en caso de que Donald Trump, quien ha adoptado una política dura frente a China, considere la entrada de Colombia como un desafío a su liderazgo hemisférico. El analista no descarta que una eventual Casa Blanca bajo Trump tome medidas diplomáticas, comerciales o financieras para presionar al país.

Mientras tanto, el Gobierno sostiene que la participación de Colombia en el AIIB permitirá impulsar megaproyectos de conectividad, energías limpias y desarrollo tecnológico, en línea con los objetivos de sostenibilidad nacional. Aún así, el debate sobre las implicaciones geopolíticas apenas comienza y promete marcar la agenda bilateral en los próximos meses.