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Fitch alerta por déficit de gas en Colombia que podría duplicarse en 2027 y advierte que el alza la asumirán los usuarios

La calificadora internacional Fitch Ratings lanzó una advertencia sobre el panorama energético de Colombia al proyectar un incremento significativo en el déficit de gas natural en los próximos años. Según su más reciente informe, la brecha entre la oferta y la demanda del energético pasará del 7 % en 2025 al 27 % en 2027, lo que generará una dependencia creciente de las importaciones y presionará el bolsillo de los consumidores.

De acuerdo con el análisis, la producción nacional de gas se encuentra en su punto más bajo en una década, con un promedio de 800 millones de pies cúbicos diarios, lo que representa una caída del 18 % frente a 2024. Esta reducción ha incrementado la vulnerabilidad del país ante la volatilidad internacional y ha puesto en evidencia los retrasos en nuevos proyectos de exploración y en las obras para importar gas.

Fitch advirtió que los riesgos de racionamiento se elevan debido a que Colombia cuenta con una sola terminal de regasificación, ubicada en Cartagena, cuya capacidad de conversión —533 millones de pies cúbicos diarios— resulta insuficiente para suplir un déficit nacional estimado en 1.100 millones de pies cúbicos por día.

En el corto plazo, los usuarios finales deberán asumir los mayores costos derivados de la importación, el transporte y la regasificación del gas natural licuado. La calificadora señaló que la regulación vigente permite trasladar directamente estos incrementos a los consumidores, lo que se reflejará en las tarifas residenciales e industriales.

Aunque los índices de recaudo se mantienen estables, por encima del 90 %, Fitch advirtió que los precios podrían duplicarse en el mercado mayorista, pasando de los actuales US$10 a más de US$20 por millón de unidades térmicas británicas (BTU). La situación afectaría principalmente al sector industrial, que representa el 38 % de la demanda nacional y que enfrenta un desbalance proyectado del 50 % para 2026.

La calificadora también destacó que los mayores incrementos de precios se registran de manera diferenciada según la región. En ciudades como Bogotá y Medellín ya se aplicaron ajustes del 36 % y 21 % respectivamente, mientras que en la Costa Caribe los incrementos alcanzaron el 10 %.

Para mitigar la crisis, la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) priorizó tres nuevos puntos de entrada de gas importado previstos para finales de 2026: Buenaventura (60 millones de pies cúbicos diarios), Coveñas (400 millones) y Ballena (260 millones). Sin embargo, Fitch advirtió que estos proyectos aún enfrentan desafíos técnicos y de inversión. El punto de Coveñas requiere reconvertir un oleoducto en gasoducto, mientras que Ballena podría ser desarrollado por la Transportadora de Gas Internacional (TGI), filial del Grupo Energía Bogotá.

Pese al panorama desafiante, Fitch afirmó que las empresas transportadoras y distribuidoras mantienen un perfil financiero estable, sustentado en la posibilidad de trasladar los costos al consumidor y en la solidez de los contratos de suministro. No obstante, subrayó que la estabilidad crediticia del sector dependerá del avance en la diversificación de fuentes, la gestión de liquidez y la capacidad para asegurar contratos de largo plazo que reduzcan la exposición a la volatilidad internacional.

En conclusión, la calificadora reiteró que la prioridad regulatoria seguirá siendo garantizar el consumo esencial —hogares y comercios—, mientras que el sector industrial podría enfrentar mayores presiones por precios y suministro. Colombia, según Fitch, necesita acelerar la construcción de infraestructura y nuevos proyectos de gas si quiere evitar un escenario de desabastecimiento y alzas sostenidas en las tarifas.