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Barranquilla celebró con alegría el Día de los Ángelitos en los Comedores Comunitarios del Distrito

Barranquilla vivió una jornada llena de sonrisas, música y color con la celebración del Día de los Ángelitos en los 42 Comedores Comunitarios del Distrito, donde más de 9.000 niños y niñas disfrutaron de una mañana especial entre juegos, baile y una deliciosa comida preparada con amor por las madres de la comunidad.

La actividad, impulsada por la Alcaldía de Barranquilla, reafirmó el compromiso del alcalde Alejandro Char con la seguridad alimentaria y el bienestar de la niñez barranquillera. En cada comedor se respiró un ambiente de alegría y unión, demostrando que estos espacios no solo alimentan, sino que también fortalecen los lazos sociales y promueven valores de solidaridad y convivencia.

La reina del Carnaval 2026, Michelle Char Fernández, fue una de las invitadas especiales que compartió con los niños su energía, baile y cariño. “Es una alegría inmensa ver cómo estos espacios transforman vidas y llenan de esperanza a tantas familias. Hoy celebramos la inocencia y la felicidad de nuestros angelitos”, expresó la soberana durante la jornada.

Por su parte, la gerente de Ciudad, Ana María Aljure, destacó el impacto social del programa. “Más de 9.000 niños y niñas en los 42 comedores, distribuidos en las cinco localidades, disfrutan cada semana de un alimento nutritivo gracias al liderazgo del alcalde Alex Char. Este programa no solo alimenta, también acompaña, educa y transforma vidas. Aquí se unen arte, cultura, salud mental y bienestar, todo con el amor de las mamás que cocinan como en casa”, señaló.

Los Comedores Comunitarios, que funcionan cada sábado, se han convertido en un símbolo de inclusión y apoyo para las familias más vulnerables. La Administración distrital garantiza los insumos y la logística necesaria para su funcionamiento, mientras que las comunidades participan activamente en la preparación y distribución de los alimentos.

Entre risas, disfraces y melodías, el Día de los Ángelitos dejó claro que en Barranquilla el amor y la solidaridad también se sirven a la mesa, con el sabor de hogar que caracteriza a su gente.