La petrolera estatal Ecopetrol anunció la suspensión temporal de sus operaciones en la zona norte del Campo Tibú, en Norte de Santander, debido al aumento de hechos violentos protagonizados por grupos armados y bandas criminales dedicadas al hurto de hidrocarburos. La compañía advirtió que la medida busca salvaguardar la vida de sus trabajadores y evitar mayores riesgos operacionales en el convulsionado territorio del Catatumbo.
Según informó la empresa, en lo que va de 2025 se han registrado siete intrusiones armadas en la Estación Norte, ubicada en la vereda Palmeras, kilómetro 16 del municipio de Tibú. En estos ataques fueron hurtados más de 1.300 barriles de crudo, afectando de manera directa la sostenibilidad de la producción y la estabilidad laboral en la zona.
La suspensión de actividades impacta de forma significativa la generación de empleo y la contratación de bienes y servicios con empresarios locales, lo que podría traducirse en un golpe económico para la comunidad que depende de las operaciones petroleras.
Ecopetrol informó además que la presencia de grupos armados ilegales en los campos de Tibú y Sardinata ha puesto en riesgo la producción de 1.400 barriles de petróleo diarios y 900.000 pies cúbicos de gas, recurso que abastece completamente al municipio de Tibú y cubre el 25% del consumo de gas domiciliario en Cúcuta.
La compañía manifestó su preocupación por la falta de garantías de seguridad en la región y señaló que se mantiene en evaluación permanente su continuidad operativa en el Catatumbo. “Estos hechos violentos comprometen no solo la seguridad del personal, sino la estabilidad energética de la región y las oportunidades de progreso para sus habitantes”, expresó Ecopetrol en un comunicado.
Hasta el momento no se ha determinado cuánto tiempo permanecerán suspendidas las operaciones en el norte del departamento, ni el impacto total que esta decisión tendrá en la economía regional.
Finalmente, la empresa hizo un llamado urgente al Gobierno nacional y a las autoridades locales para que adopten medidas efectivas de seguridad que permitan el restablecimiento de las condiciones necesarias para continuar las labores productivas. “El Catatumbo necesita garantías para el trabajo, la inversión y el desarrollo. La violencia no puede seguir frenando el progreso de la región”, concluyó la petrolera.