Aunque suele verse como un gesto romántico o de afecto, la ciencia ha demostrado que besar también tiene beneficios reales para la salud. Diversos estudios señalan que este acto no solo fortalece el sistema inmunológico, sino que también mejora el bienestar emocional y reduce el estrés.
De acuerdo con una investigación de la Organización para la Investigación Científica Aplicada de los Países Bajos (TNO), publicada en la revista Microbiome, un beso de 10 segundos puede generar el intercambio de hasta 80 millones de bacterias entre las personas. Lejos de ser perjudicial, este proceso estimula al sistema inmunológico para que aprenda a reconocer y tolerar nuevos microorganismos, fortaleciendo así las defensas naturales del cuerpo.
Los científicos concluyen que este intercambio ayuda a diversificar la flora bucal y gastrointestinal, lo que se traduce en una mayor resistencia ante agentes externos. En otras palabras, besar funciona como una especie de “entrenamiento inmunológico” natural.
Otro estudio, desarrollado por la Universidad de Kyoto en Japón, encontró que los besos frecuentes aumentan los niveles de inmunoglobulina A, una proteína esencial para proteger las mucosas del cuerpo, especialmente las de la boca y las vías respiratorias. Esto sugiere que besar podría ayudar al organismo a responder mejor frente a infecciones respiratorias comunes, como la gripe o el resfriado.
Pero los beneficios no se limitan al sistema inmunológico. Investigadores de la Universidad de Oxford determinaron que los besos liberan hormonas como la oxitocina, la dopamina y la serotonina, responsables de generar sensaciones de bienestar, confianza y felicidad. Estas sustancias también ayudan a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que permite que el sistema inmunológico funcione con mayor eficiencia.
Incluso, un estudio de la Universidad Estatal de Arizona demostró que las parejas que se besan con frecuencia tienden a tener una presión arterial más baja y menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, reforzando la idea de que besar es saludable tanto física como emocionalmente.
Aunque los expertos aclaran que un beso no puede sustituir una vacuna ni ofrece inmunidad total, sí es un hábito beneficioso que contribuye a fortalecer las defensas y el bienestar general. En conclusión, más allá del romanticismo o la pasión, besar es también un acto que une la ciencia y la emoción, demostrando que algo tan simple puede tener un impacto positivo en la salud.