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Petro rechaza recompensa de Estados Unidos por Nicolás Maduro y califica la medida como un ultraje contra América Latina

El presidente Gustavo Petro volvió a fijar su posición frente a la crisis en Venezuela y criticó con dureza la decisión de Estados Unidos de ofrecer una recompensa por la captura del mandatario Nicolás Maduro, acusado por la justicia norteamericana de liderar el denominado “Cartel de los Soles”. Según Petro, esta medida constituye un atropello contra la soberanía regional.

“Es un ultraje para América Latina ponerle precio a la cabeza de un presidente por sanción de un juez extranjero. Es un crimen de lesa humanidad bloquear económicamente a un país americano”, manifestó el jefe de Estado, al tiempo que reiteró su rechazo al despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe.

Las declaraciones surgieron tras un cruce de mensajes con el expresidente Iván Duque, quien acusó al Gobierno de “legitimar dictaduras” en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Petro respondió señalando la “doble moral” de su antecesor: “Un expresidente que dejó matar más jóvenes en protestas sociales y los calificó de terroristas no puede hablar de derechos humanos. Nosotros sí podemos, con autoridad moral, pedir respeto, no quienes los violaron en masa”.

El mandatario colombiano defendió su postura de no aceptar bases militares extranjeras en territorios latinoamericanos y reiteró que los conflictos políticos deben resolverse a través del diálogo y no con imposiciones violentas. “No estamos de acuerdo con excluir a la oposición de la política, tampoco con inhabilitar nuestras propias fuerzas. No estamos de acuerdo con perseguir a la oposición mediante medidas militares. Somos demócratas de verdad, hijos de Bolívar. Queremos soluciones políticas a través del diálogo con la ciudadanía, no imposiciones violentas”, enfatizó.

En paralelo, durante una reunión extraordinaria de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Colombia reafirmó su compromiso con la vía diplomática, subrayando que cualquier diferencia entre naciones debe resolverse mediante la negociación y el respeto a la soberanía, y no con el uso de la fuerza.

La postura de Petro refuerza su defensa de una salida política a la crisis venezolana y marca un distanciamiento frente a la estrategia de presión y sanciones impulsada por Washington, que ya ha tensado las relaciones entre Estados Unidos y varios gobiernos latinoamericanos.