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Analistas consideran que la tensión entre Estados Unidos y Venezuela es una advertencia política y no una toma militar

Ejército norteamericano en el mar caribe Cortesía

La reciente presencia de buques de guerra estadounidenses en el Mar Caribe ha intensificado las tensiones diplomáticas entre Washington y Caracas. Sin embargo, expertos advierten que estas maniobras responden más a un mensaje de presión que a una inminente intervención militar.

David Mendieta, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Medellín, explicó que la acción norteamericana debe entenderse como una amenaza directa al gobierno de Nicolás Maduro, pero sin características de una operación de invasión. “Marco Rubio ha sido un crítico constante del gobierno venezolano, y la presencia de buques, junto con el aumento de la recompensa por la captura de Maduro, busca presionarlo aún más”, señaló el académico.

De acuerdo con Mendieta, la relación entre ambos países se encuentra en un punto de contradicción permanente: mientras Estados Unidos mantiene una retórica dura contra el régimen venezolano, también permite ciertas actividades económicas que resultan estratégicas para sus intereses. “No se trata de un escenario de guerra abierta, sino de un juego de advertencias en el que la política y la economía se entrelazan”, añadió.

Por su parte, el presidente Nicolás Maduro respondió al despliegue estadounidense con el anuncio de la movilización de 4,5 millones de milicianos, como parte de una estrategia defensiva frente a lo que calificó como “amenazas directas” contra su soberanía. Esta reacción se da tras la decisión de la administración Trump de aumentar a 50 millones de dólares la recompensa por información que permita la captura de Maduro, acusado por la justicia estadounidense de tener vínculos con el narcotráfico.

En este contexto, el despliegue militar estadounidense en el Caribe no solo refleja la presión internacional sobre Venezuela, sino que también aviva el debate en la región sobre el alcance real de estas operaciones y sus consecuencias geopolíticas. Mientras tanto, Caracas busca mostrar fortaleza interna a través de la movilización de su milicia, en un pulso político que evidencia que, más allá de los gestos militares, la disputa se libra en el terreno de la legitimidad y el poder diplomático.