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Estudio revela que más de la mitad de los colombianos solo tiene ingresos para cubrir lo básico

El más reciente informe de NielsenIQ, presentado en junio de 2025, evidenció que el 52% de los colombianos asegura contar únicamente con recursos suficientes para cubrir sus necesidades esenciales, lo que confirma que las restricciones presupuestales en los hogares siguen siendo fuertes, a pesar de una ligera mejoría en la confianza del consumidor.

La medición, realizada a través del panel de hogares de la firma, muestra que el 36% de los encuestados percibe una mejor situación financiera frente a hace seis meses, cifra que coincide con el promedio latinoamericano. Además, el 65% confía en estar en mejores condiciones al finalizar el año. Por primera vez en tres años, el índice de confianza del consumidor se ubicó en terreno positivo, aunque con diferencias marcadas entre niveles socioeconómicos: -19 en los estratos altos y +9 en los bajos.

En cuanto a las prioridades de gasto, los alimentos perecederos como frutas, verduras y carnes siguen ocupando el primer lugar en la canasta de los hogares. La inflación acumulada en el consumo masivo desde 2020 ha sido del 36%, mientras que el precio promedio de los productos ha aumentado un 50%, lo que explica que para el 33% de los consumidores el precio sea el principal motivo para cambiar de marca, seguido por los beneficios adicionales del producto (25%).

El informe también revela que el 55% de los colombianos estaría dispuesto a darse un gusto con una marca premium y que el 59% optaría por más productos de marcas propias si existiera una mayor variedad. La búsqueda de precios bajos se refleja en los canales de compra: en los discounters, el 73% de las ventas corresponde a productos de menos de $15.000, mientras que en las tiendas de barrio la mayoría de las compras no supera los $4.000.

En el ámbito empresarial, solo el 34% de los fabricantes ha logrado crecer en volumen durante 2025, sustentando sus resultados en estrategias de precio, innovación y activaciones en punto de venta.

El estudio concluye que, aunque existen señales de recuperación económica, el consumidor colombiano continúa siendo racional y exigente en sus decisiones de compra, priorizando el valor y la eficiencia en cada gasto que realiza.