En una medida histórica, el Gobierno de Estados Unidos anunció que ha duplicado la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente venezolano Nicolás Maduro, pasando de 25 a 50 millones de dólares. La decisión fue comunicada por el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado, y anunciada por la fiscal general Pamela Bondi, como parte de una intensificación de la estrategia antidrogas de Washington.
La administración estadounidense acusa a Maduro de operar junto a organizaciones criminales internacionales como las TDA, el cartel de Sinaloa y el Cartel de los Soles, con el objetivo de introducir drogas y violencia en territorio norteamericano. Según la Agencia Antidrogas (DEA), se han incautado 30 toneladas de cocaína relacionadas con Maduro y su círculo cercano, además de casi siete toneladas de fondos que habrían servido como fuente de financiación para poderosos carteles en Venezuela y México.
Las autoridades advierten que gran parte de la cocaína incautada estaba mezclada con fentanilo, una sustancia que ha cobrado miles de vidas en Estados Unidos. Asimismo, se han confiscado más de 700 millones de dólares en activos vinculados al mandatario venezolano, entre ellos dos jets privados y nueve vehículos de lujo.
“Maduro es uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza directa para nuestra seguridad nacional. Hemos duplicado la recompensa a 50 millones de dólares y no descansaremos hasta que rinda cuentas por sus crímenes”, aseguró Bondi, señalando que el gobierno estadounidense busca que cualquier persona con información relevante colabore para lograr su arresto.
Esta acción se enmarca en una ofensiva sin precedentes de Washington contra lo que considera una red criminal con influencia internacional, que ha dejado un rastro de violencia y adicciones a ambos lados del continente.