Brasil vive una ola de indignación tras conocerse las imágenes de una violenta agresión protagonizada por el exjugador de baloncesto Igor Cabral, quien golpeó en más de sesenta ocasiones a su novia dentro de un ascensor, dejándola con graves lesiones que requieren cirugía reconstructiva.
La víctima, una mujer de 35 años cuya identidad se mantiene reservada por motivos de protección, sufrió múltiples fracturas en el rostro y la mandíbula como resultado del ataque, el cual quedó registrado en las cámaras de seguridad del edificio donde ocurrieron los hechos.
Según el parte médico, la mujer tendrá que ser sometida a una intervención quirúrgica debido a la gravedad de las lesiones. Las imágenes muestran cómo Cabral arremete de manera descontrolada contra ella durante los minutos que permanecen encerrados en el ascensor, sin que nadie intervenga a tiempo para frenar la golpiza.
Al ser interrogado por las autoridades, Igor Cabral alegó haber sufrido un “ataque de claustrofobia”, aunque posteriormente confesó que su reacción violenta se debió a un arranque de celos. Su testimonio ha generado aún más rechazo por parte de la opinión pública, ya que intenta justificar una agresión desmedida con argumentos sin sustento.
Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres han exigido castigos ejemplares y han hecho un llamado a no naturalizar ningún tipo de violencia dentro de las relaciones sentimentales. “Este caso no puede quedar impune. Es un reflejo de la violencia machista que muchas mujeres enfrentan en silencio”, manifestaron desde la Red de Apoyo a Víctimas de Violencia de Género.
Igor Cabral fue detenido y se encuentra bajo custodia mientras avanza el proceso judicial en su contra. Las autoridades brasileñas confirmaron que se le imputarán cargos por tentativa de feminicidio y lesiones personales agravadas.
El caso ha causado indignación tanto en el ámbito deportivo como en la sociedad en general, generando un nuevo debate sobre la urgencia de fortalecer las medidas de prevención, protección y justicia frente a los casos de violencia de género en Brasil y América Latina.