Desde el pasado 8 de julio, en Colombia los animales domésticos de compañía y de soporte emocional no podrán ser embargados, luego de la entrada en vigor de la Ley 2473 de 2025, conocida como la “ley Soy Familia, no me Embarguen”. Esta norma marca un hito en la protección del vínculo emocional entre las mascotas y sus cuidadores, reconociéndolos como parte integral de las familias colombianas.
Hasta antes de la aprobación de esta ley, los animales podían ser incluidos como bienes embargables en procesos judiciales, lo que ocasionaba situaciones traumáticas para las personas que, por razones legales, debían separarse de sus mascotas. Ahora, con esta reforma, se prohíbe que los animales sean objeto de medidas cautelares en casos de litigios o cobros.
La nueva normativa modifica los artículos 687 del Código Civil y 594 del Código General del Proceso, y se sustenta en el reconocimiento de los animales como seres sintientes, consagrado en la Ley 1774 de 2016. Según el representante a la Cámara Carlos Ardila, impulsor de la ley, “el 90 % de los colombianos considera a sus animales como miembros de su familia. Esta ley reconoce esa realidad y protege ese vínculo afectivo, especialmente en casos que afectan a niños, adultos mayores y personas emocionalmente vulnerables”.
La ley también hace énfasis en la protección de las familias multiespecie, entendidas como aquellas conformadas por humanos y animales que conviven bajo un mismo hogar. Diversos fallos judiciales y estudios han destacado el rol que juegan las mascotas en el bienestar emocional y la salud mental de las personas, motivo por el cual esta reforma cobra especial relevancia.
Se espera que comisarías, jueces y demás autoridades judiciales y administrativas apliquen esta disposición de manera inmediata. Con esta medida, Colombia da un paso firme hacia el fortalecimiento de los derechos de los animales y el reconocimiento de su papel como miembros fundamentales en la estructura afectiva de los hogares.