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Lluvias en el Valle de Aburrá superan récords históricos y activan alertas en municipios

Foto: Área Metropolitana del Valle de Aburrá

La temporada de lluvias que ha golpeado al Valle de Aburrá durante marzo, abril y mayo ha dejado cifras sin precedentes en el comportamiento climático de la región. Según el más reciente informe entregado por el Área Metropolitana, abril se consolidó como el mes más lluvioso del año, con precipitaciones que superaron en un 250 % los promedios históricos, y en algunos sectores incluso se registraron niveles hasta cinco veces por encima de lo habitual.

Paula Palacio Salazar, directora del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, explicó que la entidad ha realizado 255 interacciones con la comunidad en este periodo, incluyendo 79 activaciones de sirenas del Sistema de Alerta Temprana Comunitario y 65 acciones coordinadas con organismos de gestión del riesgo. “Cada acción cuenta cuando se trata de cuidar la vida y el bienestar de quienes habitan nuestro territorio. Seguimos acompañando a los municipios en el manejo preventivo y la atención de emergencias”, aseguró.

La respuesta institucional ha incluido sobrevuelos para identificar movimientos en masa, monitoreo técnico de zonas en riesgo, refuerzo de bocinas y sirenas de alerta, e intensas jornadas de capacitación comunitaria en los diez municipios que conforman el Valle de Aburrá.

Daniel Ruiz Carrascal, coordinador general del proyecto SIATA, advirtió que las cifras son alarmantes. “En abril se registraron 61 activaciones de alarmas, igualando el total acumulado durante todo 2024. Además, en los primeros días de mayo ya hemos alcanzado la mitad de las activaciones que se reportaron en todo el mes de mayo de 2022, un año que ya había sido crítico en materia de lluvias”, señaló.

Las autoridades reiteran el llamado a la ciudadanía a estar atenta a los comunicados oficiales, acatar las recomendaciones de evacuación preventiva cuando sea necesario y reportar cualquier novedad a los canales de atención. La intensidad de esta temporada de lluvias evidencia la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y respuesta ante desastres en un territorio que cada vez enfrenta mayores desafíos climáticos.