Con el objetivo de anticiparse a las emergencias derivadas de la primera temporada de lluvias, la Gobernación del Atlántico, a través de la Subsecretaría de Prevención y Atención de Desastres, ha puesto en marcha un plan de contingencia que incluye acciones preventivas, operativas y de articulación con los municipios del departamento.
El subsecretario Nelson Oquendo explicó que el plan contempla la limpieza y mantenimiento de 300 kilómetros de canales, caminos rurales y vías terciarias en municipios del sur del departamento, con el fin de mejorar el drenaje, prevenir inundaciones y garantizar la movilidad de las comunidades rurales. “Estamos recorriendo municipios como Santo Tomás, Campo de la Cruz, Piojó y Luruaco para identificar puntos críticos y actuar de forma preventiva”, aseguró.
Además del componente preventivo, el plan contempla la atención inmediata de emergencias recientes como la registrada en Luruaco, donde un vendaval afectó al menos 29 viviendas, y el desbordamiento de un arroyo en el corregimiento de Hibácharo, en Piojó, que inundó el cementerio local.
En cuanto al comportamiento de los cuerpos hídricos, la Gobernación informó que el monitoreo del río Magdalena, desde las estaciones de San Pedrito y Calamar, muestra niveles normales, aunque con una leve tendencia al alza. “Por ahora no hay riesgos asociados al canal del Dique ni al embalse del Guájaro, pero mantenemos vigilancia constante”, precisó Oquendo.
La estrategia también involucra un trabajo conjunto con las alcaldías y los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo, que están activos y preparados para responder ante cualquier eventualidad.
Con estas acciones, el Atlántico se fortalece frente a los desafíos climáticos, apostando por la prevención, la acción coordinada y la protección de sus comunidades más vulnerables. La meta: un territorio más seguro y resiliente frente a la variabilidad del clima.