Colombia avanza en la protección de su infancia con una estrategia integral que ha logrado movilizar a más de 27.000 personas en todo el país, en la lucha contra el reclutamiento forzado de menores por parte de grupos armados ilegales. La iniciativa, liderada por el Ministerio de Defensa Nacional en alianza con Red Summa, combina la fuerza del arte, la pedagogía y la cultura para sembrar esperanza y construir resiliencia en comunidades marcadas por la violencia.
Durante el primer trimestre de 2025, esta estrategia ya refleja resultados tangibles. Según cifras del Ministerio de Defensa, los casos reportados de reclutamiento forzado se redujeron en un 18 %, una señal alentadora para un país que aún enfrenta desafíos en materia de derechos humanos. Municipios como Montería, Cali, Bogotá, Cereté, Planeta Rica, Santander de Quilichao y Mercaderes en el Cauca han sido escenarios clave de estas acciones, que llegan a territorios históricamente afectados por el conflicto armado.
El corazón de esta movilización social está en propuestas como Generación Futuro y la obra teatral Mambrú ya no quiere ir a la guerra, que han sensibilizado a más de 7.000 adolescentes, familias y docentes sobre sus derechos, haciendo énfasis en el Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 de 2006). Más allá de informar, estas herramientas buscan empoderar a los jóvenes, fortalecer su autoestima y capacidad de resistencia, y abrirles nuevas perspectivas de vida.
Uno de los hitos más emotivos de esta estrategia fue el Festival Artístico y Cultural realizado en Santander de Quilichao y Mercaderes, Cauca, que reunió a más de 20.000 asistentes en una celebración de música, expresión comunitaria y mensajes de paz. La voz colectiva de artistas y ciudadanos dejó en claro un mensaje: la niñez no se toca, y la paz se construye desde el arte y la unión comunitaria.
Red Summa, como uno de los aliados clave del proceso, destacó la conexión profunda lograda con la juventud en cada territorio. “Cuando los jóvenes entienden que tienen derecho a soñar, a estudiar y a crecer en paz, se rompen las cadenas del miedo y se crean caminos nuevos. Esta reducción del 18 % no es casualidad, es fruto del trabajo conjunto entre instituciones y comunidades comprometidas con la vida”, señalaron desde la red académica.
El Ministerio de Defensa Nacional también ha resaltado el valor de este enfoque preventivo, en el que la educación y el arte se convierten en herramientas de transformación social. Con un plan de expansión para el segundo semestre del año, se espera que esta estrategia llegue a nuevos departamentos priorizados, consolidando entornos protectores y generando más oportunidades para niños, niñas, adolescentes y poblaciones vulnerables.
Con este modelo de intervención, Colombia demuestra que la protección de la niñez no solo es una obligación del Estado, sino también una causa colectiva que puede florecer desde los escenarios culturales. La esperanza se canta, se pinta, se representa… y sobre todo, se construye entre todos