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Esperanza construida con las manos de 20 familias en Pasacaballos reciben vivienda digna gracias a alianza entre sector público y privado

La esperanza se materializó en forma de techo y paredes sólidas para 20 familias del corregimiento de Pasacaballos, en Cartagena. Gracias a una alianza entre empresas del sector privado, fundaciones y autoridades locales, se llevó a cabo un ambicioso proyecto de construcción y mejoramiento de viviendas que beneficiará directamente a más de 120 personas, además de impactar positivamente a cerca de 500 miembros de la comunidad con espacios comunitarios adecuados.

En un país donde, según cifras del DANE, el 31% de los hogares sufre algún tipo de déficit habitacional —una cifra que asciende al 62% en departamentos como Bolívar— esta iniciativa representa una acción concreta contra la desigualdad y la exclusión social.

El proyecto fue liderado por la Fundación IMUSA Samurai Taller de Sueños, Homecenter, la Fundación Catalina Muñoz y Corvivienda, con el respaldo de empresas aliadas como Olímpica, Gigante del Hogar, Grupo Argos, Pinturas Kölor y Corona.

“Desde nuestra fundación seguimos creyendo que trabajar por el sueño de una vivienda digna es posible cuando el sector empresarial y social se une. Hoy celebramos no solo hogares construidos, sino tejido social fortalecido”, destacó Catalina Umaña, directora de la Fundación IMUSA Samurai Taller de Sueños.

Más que casas, comunidad

Durante la jornada de construcción, más de 150 voluntarios aportaron más de 925 horas de trabajo en la edificación de 20 viviendas nuevas y la mejora de otras 10. Además, se realizó la adecuación de un espacio comunitario para actividades sociales, talleres y encuentros vecinales, como parte de un enfoque integral de intervención social.

“Estamos comprometidos con reducir el déficit habitacional. Para Homecenter, apoyar estas causas es creer en un mejor futuro para las familias colombianas”, afirmó Paola Hernández, gerente de sostenibilidad de Homecenter.

Este esfuerzo conjunto incluyó no solo construcción, sino también talleres de empoderamiento, cuidado del hogar y comunidad, fortaleciendo el sentido de pertenencia entre los beneficiarios.

Un modelo que se replica

La experiencia en Pasacaballos no es la primera de estas organizaciones. En 2024, llevaron a cabo un proyecto similar en Carolina del Príncipe, Antioquia, donde se entregaron 8 viviendas nuevas, se mejoraron 10 más y se intervinieron espacios como parques y huertas, demostrando que el modelo es replicable y escalable en otras zonas del país.

“Este tipo de intervenciones no solo transforman espacios, sino que devuelven la dignidad y la esperanza a cientos de familias que durante años han vivido en condiciones precarias”, señalaron desde la Fundación Catalina Muñoz.

Más allá del ladrillo

Detrás del concreto y la pintura hay un mensaje poderoso: cuando la empresa privada, la institucionalidad y la ciudadanía se articulan, es posible cambiar realidades. El proyecto demuestra que los esfuerzos intersectoriales pueden responder eficazmente a los desafíos del déficit habitacional y la pobreza multidimensional, especialmente en regiones históricamente excluidas como Pasacaballos.

Desde lavibrante.com seguiremos visibilizando historias que construyen país y dan cuenta del impacto social positivo que nace del trabajo conjunto.

LaVibrante.Com

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