El presidente del Congreso, Efraín Cepeda, respondió a las recientes afirmaciones del presidente Gustavo Petro, quien, tras el hundimiento de la reforma laboral en la Comisión Séptima del Senado, sugirió que el pueblo tiene el derecho de remover a los congresistas que no respaldan las reformas gubernamentales.

Durante un discurso en la Plaza de Bolívar, el mandatario señaló que, así como los legisladores fueron elegidos por el pueblo, este también podría ser responsable de su remoción. Ante estas declaraciones, Cepeda alertó sobre el posible significado de dichas palabras. “Eso sería un golpe de Estado. La única manera de que un senador no continúe en su cargo es que decida no postularse nuevamente o que pierda en las elecciones siguientes. Pero es peligroso hablar de golpe de Estado, porque este no solo se refiere a intentar derrocar a un presidente, sino también a desconocer la legitimidad de un Congreso elegido democráticamente con más de 22.600.000 votos”, afirmó el senador conservador.

Cepeda respaldó la decisión de la Comisión Séptima de rechazar la reforma laboral, insistiendo en que el Congreso es un órgano autónomo que actúa conforme a su mandato y no bajo presión de manifestaciones populares. “Este es un Congreso legítimo que toma decisiones de manera independiente, y el Poder Ejecutivo debe respetarlo”, enfatizó.

Asimismo, el presidente del Congreso se refirió a la consulta popular propuesta por el presidente Petro, expresando escepticismo sobre su viabilidad y el impacto que podría tener. “El Congreso no se dejó intimidar por la movilización en la Plaza de Bolívar, que, por cierto, no logró llenarse completamente. A pesar de la presión, los senadores de la Comisión votaron en contra de la reforma. Ahora, sobre la consulta popular, esperaremos a conocer las preguntas concretas, pero no es algo que nos preocupe. De hecho, si no logra obtener al menos 13.600.000 votos, podría terminar debilitando al Ejecutivo en lugar de fortalecerlo”, concluyó Cepeda.

El debate sobre la reforma laboral y la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo sigue generando tensión en el ámbito político, mientras se espera la reacción del gobierno ante la decisión del Congreso.