La relación entre el Gobierno nacional y la Alcaldía de Bogotá atraviesa un momento de alta tensión tras la expedición de una resolución por parte del Ministerio de Ambiente, liderado hasta hace poco por Susana Muhamad. La medida ha generado preocupación en el Distrito, que advierte sobre su impacto en proyectos estratégicos para la ciudad, incluyendo la construcción del metro.
El debate escaló en redes sociales, donde el presidente Gustavo Petro cuestionó las propuestas del alcalde Carlos Fernando Galán para mitigar la crisis hídrica de Bogotá. En un trino, el mandatario expresó: “¡Es el agua, estúpido!”, evocando la famosa frase utilizada en la política estadounidense para resaltar la importancia de un tema central en el debate público.
Como decían en EEUU: ¡es el agua, estúpido! https://t.co/zrfNZWcZ7p
— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 5, 2025
Un debate sobre el agua y el futuro de Bogotá
El presidente Petro rechazó la posibilidad de construir un nuevo embalse en el sistema Chingaza, argumentando que afectaría la Orinoquía y que la deforestación ha alterado los ciclos naturales de agua en la región. Además, recordó que durante su administración como alcalde de Bogotá propuso un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que contemplaba alternativas para el suministro de agua a través del aprovechamiento de aguas lluvias, pero que fue archivado en su momento.
“Si no se protege la selva y se siguen alterando los ecosistemas, no se podrá garantizar el suministro de agua para Bogotá”, advirtió el presidente, quien también señaló que la reforestación y la prohibición de la minería en las cuencas del río Bogotá y el río Neusa dependen de decisiones del Gobierno nacional y los municipios vecinos.
Como se le ocurre al alcalde de Bogotá decir que otro embalse en Chingaza sería solución para Bogotá. ¿Pretenden secar la Orinoquía?, ¿no sabe que al depredar la selva y alejarla cada vez más de Chingaza, los ríos voladores qué generaban millones de árboles, ya no llegan al… https://t.co/vFVe7jMnAD
— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 6, 2025
Por su parte, el alcalde Carlos Fernando Galán respondió con firmeza, señalando que la ciudad ha tenido que enfrentar la crisis actual debido a la falta de previsión en administraciones pasadas. Recordó que Bogotá implementó medidas de racionamiento desde el año pasado como respuesta a la drástica reducción en las afluencias de agua del sistema Chingaza, el nivel más bajo registrado en más de seis décadas.
Presidente, un par de puntos.
Desde el año pasado Bogotá entró en racionamiento porque hace 13 años, cuando usted era alcalde, retiraron la propuesta de Chingaza 2 sin ni siquiera plantear una alternativa.
Tras ese grave error la ciudad no se preparó y ante el año con menores… https://t.co/QeSRJr6fAP
— Carlos F. Galán (@CarlosFGalan) March 6, 2025
Medidas para garantizar el agua en la capital
Galán defendió las acciones tomadas por su administración, destacando que gracias a los planes implementados, Chingaza cuenta actualmente con 47 millones de metros cúbicos adicionales en comparación con el año anterior. Además, aseguró que su gobierno está comprometido con la protección de las fuentes hídricas, con la restauración de la reserva Van Der Hammen y la cuenca alta del río Bogotá como ejes fundamentales.
“No pueden utilizar argumentos sin sustento para frenar el desarrollo de la ciudad. Estamos superando la crisis y tomando las decisiones que garantizarán el abastecimiento de agua para el futuro”, afirmó Galán.
El impacto de la resolución del Ministerio de Ambiente
El origen de esta controversia radica en una resolución firmada por la exministra Susana Muhamad pocas horas antes de dejar su cargo, la cual, según el Distrito, podría frenar proyectos clave para la ciudad. Entre las iniciativas afectadas se encontrarían la construcción del metro, además de obras relacionadas con la infraestructura hídrica y de transporte.
Mientras el debate sigue encendido, la incertidumbre sobre el futuro del abastecimiento de agua en Bogotá persiste. El choque entre la Nación y el Distrito deja en evidencia la urgencia de definir una estrategia conjunta que garantice soluciones sostenibles para la capital y sus habitantes.