Carlos Gómez, quien fue deportado desde Estados Unidos el 28 de enero de 2025, compartió su desgarradora experiencia sobre el trato que él y su hijo de 17 años recibieron durante su proceso de repatriación, como parte de las políticas migratorias de la nueva administración de Donald Trump.
Maltrato y humillación en los centros migratorios
En entrevista, Gómez detalló los difíciles momentos que vivió durante la deportación, destacando el maltrato que sufrió su hijo menor de edad. “Lo esposaron, le pusieron unos grilletes desde que salimos de San Diego hasta el avión Hércules”, relató, visiblemente afectado por el trato recibido. Según Gómez, el joven de 17 años viajaba con él y sufrió las consecuencias de este trato severo. “Venía esposado, los grilletes estaban apretados, le dolía y lloraba”, agregó el padre.
El trato en los centros migratorios fue otro aspecto que Gómez criticó, especialmente en San Diego, donde dijo que la comida fue arrojada al suelo y los migrantes fueron tratados de manera despectiva. “Nos tiraban la comida en el piso, no nos dejaban hablar, nos mandaban a quedarnos en una esquina. Fue muy feo”, explicó Gómez, quien sin embargo reconoció que en Texas la situación fue algo más favorable, aunque también lamentó el robo de sus pertenencias. “Nos robaron nuestros zapatos, carteras, todo, pero al menos nos dieron baño y ropa limpia”, relató.
Las razones detrás de su emigración y su regreso a Colombia
Gómez explicó que su decisión de emigrar hacia Estados Unidos fue impulsada por la búsqueda de un futuro mejor para su hijo, con la esperanza de ofrecerle una educación de calidad. “Salí adelante, como todos, buscando un mejor futuro para mi hijo. Sabemos que estudiar allá es algo mejor que en Colombia”, expresó Gómez, quien lamentó la situación pero aceptó que tanto él como su hijo violaron las leyes migratorias de Estados Unidos. “Pasamos ilegalmente, y ellos tienen sus reglas, y Colombia tiene las suyas”, reconoció.
La deportación de Gómez y su hijo se produjo en el contexto de las estrictas políticas migratorias de la administración de Trump, que en su segundo mandato ha tomado medidas para endurecer los controles sobre la inmigración ilegal. El regreso de este primer grupo de colombianos deportados marca el inicio de un proceso que sigue afectando a cientos de migrantes que, al igual que Gómez, buscaban una vida mejor en Estados Unidos.
El retorno forzoso desde El Dorado
El aeropuerto de El Dorado en Bogotá fue el escenario de este regreso forzado, reflejando la realidad de las políticas migratorias del nuevo gobierno de Estados Unidos. El regreso de los deportados deja una marca profunda en quienes, como Carlos Gómez, se vieron obligados a enfrentar las difíciles condiciones tanto en su travesía como en su repatriación. Mientras algunos, como Gómez, aceptan su situación con resignación, otros cuestionan el trato recibido y las implicaciones humanas de estas políticas.