Juan Martín Del Potro jugó el pasado domingo la final del US OPEN y la perdió. Lo anterior, implicó perder el tercer puesto del marketing y alejarse del número uno. Sin embargo, la derrota implicó perder dinero, pues hay una política en Estados Unidos, que en este caso, retuvo el 40% del dinero ganado por el argentino.
El cheque del tenista argentino por llegar a la final era de un millón ochocientos cincuenta mil dólares, pero la fiscalía se quedó con setecientos cuarenta mil dólares. También con Djokovic la situación fue parecida: por ganar el título recibió millón quinientos mil dólares y una parte de la suma original fue retenida.
Aunque suene particular, en el país norteamericano es muy común que esta tendencia se haga presente. La mayoría de las personas cuyos ingresos son altos, entre ellos los deportistas, se encuentran sujetos a la tasa impositiva más alta de América.
Estados Unidos no es el único país donde se presente un fenómeno con la retención tan alta. Por ejemplo, en Reino Unido el porcentaje es más grande. Aquellos individuos que registran ingresos elevados sufren la contención del 45%. Frente a ese suceso, hay una serie de deportistas, que antes de ir a competir, evalúan los escenarios posibles y declinan la propuesta.
Un ejemplo lo registró Rafael Nadal, que decidió no participar del ATP 500 Queen´s en 2012, certamen que ganó en 2008 y del cual compitió de manera seguida desde 2006 al 2011.
